Cabo Blanco: piden actualización de ley para mayor fiscalización de prácticas depredatorias
Durante la festividad por el Día del Pescador en la provincia de Talara, dirigentes sostuvieron que daño en la biodiversidad del mar ya se percibe, lo que afecta su principal fuente de trabajo.
Los pescadores artesanales de la caleta de Cabo Blanco, ubicada en la provincia de Talara, en la región de Piura, pidieron la actualización de la Ley General de Pesca, que implicaría medidas como la protección de las cinco millas, luego de que la Comisión de Producción del Congreso no debatiera las modificaciones por falta de quorum.
En el marco de las festividades por el Día del Pescador, los hombres de mar sostuvieron que la depredación de la vida marina impacta en su principal fuente de subsistencia. Mientras lanzaba un cebo como parte de su labor diaria, el dirigente Carlos Periche Fiestas describió cómo las especies han ido cambiando durante los últimos años. “Ahora ya no hay pescado grande como antes. Había algunos que pesaban seis kilos y ahora la mayoría no sobrepasa el kilogramo”, detalló.
En esa línea, Orlando Córdova Tume, propietario del restaurante Cabo Blanco, un negocio familiar que lleva funcionando desde los años 80, describió que algunas especies casi han desaparecido del mercado local y del litoral. “Antes mero había todos los días y ahora es escaso. Teníamos charela, robalo. Por ahora encontramos más al norte esas especies, pero en Cabo Blanco ya no se encuentra o son muy pequeños”, sostuvo.
Por ello, el empresario considera que también se ve afectada la principal fuente de alimentación de la comunidad, ya que los precios van en alza ante la escasez del recurso.
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Tanto los pescadores como los investigadores de Oceana, organización centrada en la conservación de los océanos, coinciden en que este cambio en la biodiversidad del mar se debería a prácticas como la pesca de arrastre dentro de las cinco millas. Este espacio, donde se reproducen las especies, sería víctima de la depredación ante el uso de aparejos mecánicos que no discriminan entre crías y pescados adultos al momento de extraerlos del mar.
“Las cinco millas son muy importantes para nosotros los pescadores artesanales, porque es allí donde nace la vida de todos los recursos que tenemos en nuestro mar. Acá en Cabo Blanco hay una flota de pesca como la rastrera, que está acabando con todo. Pesco desde los 11 años, la pesca es parte de mí, por eso me molesta que las autoridades de turno no hagan nada por cuidarla. Quiero que mis nietos puedan encontrar peces”, aseveró Carlos Chapilliquen Panta, presidente del gremio de pescadores de la caleta.
Cambios
Carmen Heck Franco, directora de Políticas de la organización Oceana, indicó que la actualización de la ley debería comprender un mandato específico para evitar la sobreexplotación y recuperar aquellos recursos que ya se han visto dañados por la extracción excesiva. Además, consideró necesario reclasificar la actividad pesquera para diferenciar la pesca artesanal, en la que predomina el trabajo manual, de la pesca de menor escala, que es realizada mediante embarcaciones con aparejos mecanizados que producen un impacto mayor en el ecosistema marino.
“Una tercera recomendación es la protección de las cinco millas, que estas tengan rango de ley para que sean realmente respetadas y no se permita el trabajo de las embarcaciones que utilizan aparejos mecanizados como el cerco y el arrastre”, explicó Heck Franco.