Sociedad

Sigue la huelga de los camioneros en Arequipa y Puno, pero no tiene peso

Tránsito libre. Durante las primeras horas de ayer los manifestantes cerraron las vías, pero luego la Policía tomó el control y no tuvieron suficiente apoyo para volver a cerrar la Panamericana Sur. En Puno la manifestación fue reducida.

Kilómetro 48 libre. El ingreso a Arequipa fue tomado por los camioneros en las primeras horas, luego dieron una tregua, cuando intentaron retomar la vía la Policía se lo impidió. Foto: La República
Kilómetro 48 libre. El ingreso a Arequipa fue tomado por los camioneros en las primeras horas, luego dieron una tregua, cuando intentaron retomar la vía la Policía se lo impidió. Foto: La República

Los tres gremios del transporte de carga que acatan el paro, continúan con sus medidas de protesta. Hubo toma de carreteras en la mañana pero se desbloquearon en el transcurso de la mañana tras acuerdos con la Policía.

Apenas unos 50 camiones cerraron el Kilómetro 48 de la Panamericana Sur. En un principio, los camioneros liderados por Teófilo Sánchez, señalaron que daban una tregua. Cuando intentaron retomar el bloqueo los efectivos policiales no lo permitieron.

Fernando Fuentes, uno de los dirigentes de los camioneros, señaló que por consenso continuarán con la medida de fuerza. Esto a pesar del poco apoyo con el que cuentan. En Arequipa, son pocos los gremios que se sumaron esta convocatoria. El Frente Nacional de Transportistas y Conductores (FNTC anunció, el principal gremio, no se adhirió a la medida.

Desde la IX Macro Región Policial informaron que las vías están libres. Es más, los pocos que quedaron tras el fallido intento de bloqueo, se retiraron del kilómetro 48. En esa zona hay un contingente de unos 50 policías, enviados justamente para mantener el orden. Esto luego de que el gobierno declaró en emergencia las vías del Perú y ordenó la intervención de la Policía y las Fuerzas Armadas.

Protesta. Bases de la FDTA se movilizan para exigir el cierre del Congreso.  Foto: La República

Protesta. Bases de la FDTA se movilizan para exigir el cierre del Congreso. Foto: La República

En Puno también fracasaron

En la región altiplánica la paralización de los camioneros tampoco tuvo éxito. Ahora están evaluando si acatarán el paro anunciado para el 18 de julio.

René Cáceres, dirigente de transporte interprovincial de la zona norte de Puno, indicó que en el altiplano ningún sector se sumó a la paralización por falta de coordinación y falta de unidad. “Nosotros no podemos decidir nada (sobre el 18 de julio). No hay voluntad. Hay división. La pandemia ha dejado la lección que si no trabajas no comes ni pagas deudas. Además no hay decisión común. Recién se verá, pero por el momento todo está normal”, dijo.

Otras marchas

En tanto, en la ciudad mistiana, alrededor de mil agremiados a la Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa (FDTA) salieron a marchar desde el Cono Norte hasta la plaza de armas. El secretario de esta organización, José Luis Chapa Díaz, indicó que piden el cierre del Congreso porque está obstruyendo las medidas del gobierno que beneficiarán a millones de peruanos (exigen nueva constitución y medidas contra los monopolios)

Además aprovecharon para manifestarse en contra de la Adenda 13 para el proyecto Majes Siguas II que se firmará este viernes.

Rondas campesinas marcharon

Los integrantes de las rondas campesinas de la región de Puno ayer emprendieron una protesta por las principales calles de la ciudad de Puno. Exigen la convocatoria de una asamblea constituyente para elaborar una nueva Constitución Política. También pidieron el cierre del Congreso.

La protesta se realizó en el marco del paro nacional de las rondas campesinas. Dentro de su plataforma de lucha incluye la derogatoria de la Ley 31494, que crea los comités de autodefensa. “La huelga de las rondas campesinas busca reivindicaciones asociativas que nada tienen que ver con otros sectores”, dijo el presidente de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas de Puno, Josué Guzmán.

Los ronderos también protestaron contra de la contaminación de las cuencas Ramis, Llallimayo, Suches y Coata, afectados por la descarga de desechos mineros y aguas residuales.