Sociedad

Clases presenciales: ¿cómo agilizar el sistema educativo tras el regreso a las aulas?

Niñas, niños y adolescentes recibirán clases presenciales en los colegios con el aforo al 100% y más la eliminación del distanciamiento físico; no obstante, luego de casi 2 años en la virtualidad, ¿de qué manera se puede propiciar un ambiente seguro para su desempeño escolar?

Además del retorno a la presencialidad, los quioscos y cafeterías abrirán sus puertas dentro de los centros educativos. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/John Reyes/La República
Además del retorno a la presencialidad, los quioscos y cafeterías abrirán sus puertas dentro de los centros educativos. Foto: composición de Fabrizio Oviedo/John Reyes/La República

Tras la eliminación de la semipresencialidad en las aulas, así como el distanciamiento físico y la apertura de quioscos y cafeterías dentro de las escuelas, las y los estudiantes de educación básica pública y privada podrán recibir clases en sus salones con un aforo completo, es decir, el 100% del alumnado.

No obstante, la comunidad estudiantil estuvo más de dos años en la virtualidad a raíz de la COVID-19. En esa línea, el Ministerio de Educación (Minedu) implementó el programa “Aprendo en casa”, con el objetivo de desarrollar diversos temas según la edad escolar del estudiante. Dentro de ese lapso de tiempo, en donde la pandemia estuvo en su momento más álgido, miles de alumnos estuvieron condicionados a la virtualidad.

Muchos estudiantes no tuvieron las mismas condiciones, tanto de infraestructura como de aprendizaje. En ese sentido, un numeroso grupo no contaba siquiera con acceso a internet, con un celular o computadora para recibir sus clases, además de la pérdida de familiares y el encierro por el coronavirus. Hasta el 28 de abril, hubo un total de 212.810 personas fallecidas, según datos del Ministerio de Salud (Minsa). Por ello, este regreso a las aulas supone una nueva etapa de aprendizaje para padres y madres de familia, directivos, docentes y estudiantes.

Retos educativos tras dos años de pandemia

Para ahondar en el tema, La República conversó con el docente y psicólogo Edistio Cámere, autor del libro “Educando para dejar huella”. El especialista destacó que uno de los retos es un ‘descongelamiento’ de actitudes y hábitos propios al momento de estudiar.

“Hubo una especie de congelamiento de las actitudes y hábitos propios de la parte estudiantil. Entonces, el primer reto —para mí— es descongelar esto. Los chicos tienen que ir aprendiendo poco a poco que la educación sí cuesta un esfuerzo, que hay que atender al profesor, que hay que respetar al compañero (...) que uno no puede aprender echado. Todas estas cosas son lo más importante, incluso antes de pensar en el rendimiento académico per se”, refirió a este diario.

Asimismo, Cámere sostuvo también que los niños y niñas que fueron parte del inicio de la pandemia ahora son adolescentes. “Eso debe reconocerse, eso requiere un poco de paciencia y un poco de tranquilidad”. Asimismo, el educador resaltó acoger a los alumnos “para que puedan continuar con lo que sería la parte escolar”.

La reinvención docente ante la crisis

Regresar a clases de manera presencial no solamente fue algo nuevo para los alumnos; cientos de docentes, tras haber acondicionado sus labores dentro de su domicilio, enfrentaron quizá uno de los mayores retos profesionales: la convergencia digital y la adaptación a su entorno, reducido a las paredes de sus viviendas.

Al respecto, Edistio Cámere subrayó dos aspectos interesantes de lo que fue la adaptación docente. “En primer lugar, la respuesta al reto tecnológico ha sido, en Perú y en Sudamérica, francamente admirable. Los colegios han funcionado en las casas de los docentes. Ha habido un reconocimiento natural de la sociedad frente a la labor del docente”, sentenció.

Por otro lado, tanto padres, madres e integrantes del grupo familiar han visto cómo funciona el colegio. “Ahora tienen un concepto distinto al respecto de lo que era hace años la escuela”. relató el también escritor.

Infraestructura en colegios públicos: ¿qué tanto afecta en el retorno a clases?

Cámere, quien actualmente es director-gerente de un centro educativo ubicado en Santiago de Surco, lamenta que la infraestructura de las escuelas, sobre todo públicas, no estén acondicionadas para un retorno seguro. “Entonces, el alumno se compara con el colegio privado de su localidad y lo ve mejor. Pero no es que no sea mejor, sino que hay deficiencias en los colegios públicos”, comentó.

¿Cómo ayudar a los alumnos para que puedan reinsertarse a un grupo tras meses de clases virtuales?

Para padres y madres de familia

Según el educador “la primera cosa es hablar con los papás para que confíen”. “Porque cuando un papá manda a su hijo confiado, el niño tiene otra actitud. El niño se abre a las personas. Y cuando de la casa va todo aprehensivo, temeroso; así se comporta con sus compañeros y también con sus profesores”, aseveró.

Para niñas, niños y adolescentes

Edistio Cámere, quien también es miembro del Consejo Nacional de Educación (CNE), refirió que, tras el regreso a clases presenciales, hay que avanzar de a pocos para que se logren resultados académicos. “En vez de exigirles resultados académicos, hay que ir poco a poco. Hay que recuperar, por ejemplo, en los niños de 4 o 5 años, el juego”, detalló.

Foto: John Reyes/La República

Foto: John Reyes/La República

“Con los adolescentes hay que ir con tranquilidad porque ellos son los que en general entienden un poco más, aunque también están golpeados, pero pueden hablar, pueden conversar, manifestarse”. puntualizó.

Niños y niñas aprenden de ellos mismos

De acuerdo al experto en Psicología, “los niños aprenden también de ellos mismos”. ¿A qué se debe? “Porque hay tantos chicos en un salón, cada uno tiene una particularidad. Entonces, hay niños que captan de una manera más precisa y suscita lo que dice el profesor y lo transmite a sus compañeros”.

Retorno paulatino a clases

En palabras de Edistio Cámere, el regreso a clases será más ventajoso en los centros educativos. “Va a ser más fácil en sus escuelas que en sus casas porque hay vínculos amicales. El compañero se siente seguro”, detalló.

“Estos meses hay que ir abriéndose a la realidad de los alumnos y los profesores, encontrando fórmulas para avanzar en lo que hay que hacer en la parte académica. Y también permitir que los chicos vayan adecuándose a estas nuevas ‘restauraciones’: la interacción entre amigos, el deporte, etc”, destacó.