Carné de vacunación obligatorio: ¿cuáles son los retos que implica la implementación de la nueva norma?
El Gobierno anunció nuevas medidas para evitar contagios de coronavirus y estimular la vacunación entre la población. Especialistas respaldan las disposiciones, pero advierten debilidades en la ejecución y monitoreo para el cumplimiento de las mismas.
A partir del 15 de diciembre, las empresas con más de 10 trabajadores podrán operar de manera presencial, solo si todos sus empleados tienen inmunización completa. Lo mismo aplica para los choferes y cobradores de transporte público, así como para los conductores que brindan servicios de delivery. Además, los mayores de 45 años solo podrán abordar los buses interprovinciales si cuentan con las dos dosis de la vacuna.
Por otro lado, los mayores de 18 años que deseen ingresar a cualquier espacio cerrado deberán presentar su carné de vacunación físico o virtual para acreditar que tienen ambas dosis contra la COVID-19. Esta restricción ya se venía aplicando en algunas regiones como Ica, donde una vez más, la falta de coordinación entre las autoridades y entidades, sumado a la poca disposición de los ciudadanos por respetar las medidas, se convirtieron en trabas para lograr el objetivo de paliar los contagios.
“Al ser nosotros los pioneros, hemos recibido algunos documentos de ciudadanos que no están conformes con lo que adoptó el Consejo, también de autoridades como es el fiscal, el defensor del pueblo quienes se han opuesto (...) Seguimos implementando, de repente no como nosotros hubiéramos querido; sin embargo, también debo dejar constancia de que esto también corresponde al ejecutivo del Gobierno Regional, quienes todavía no han actuado con la celeridad y el dinamismo”, explicó el consejero regional de Ica, Borís Díaz Huamaní.
Foto: Andina
Para El decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios Celi, las nuevas normas establecidas por el Gobierno son necesarias porque buscan la prevención. “A diferencia del año pasado que se usaron para mitigar los efectos de la pandemia, ahora apuntan a prevenir”, señaló en entrevista con La República.
Según el especialista, esta medida puede generar malestar entre los ciudadanos y empresariado; sin embargo, las medidas restrictivas son necesarias para mitigar la inminente tercera ola. “Nosotros miramos con ojos de sanitarios, vemos que son necesarias, apuntan a salvar vidas, causan incomodidad, pero sí son necesarias”, explicó.
Sobre cómo se llevará a cabo la fiscalización para que se cumplan estas nuevas medidas, el médico lamentó que esta parte es el “punto débil del país” y refirió que “no hay voluntad política para fiscalizar qué se está haciendo bien o si se están acatando las normas. Estas medidas serán útiles siempre y cuando vayan acompañadas de una fiscalización y seguimiento”.
El último sábado 13 de noviembre se detactaron 501 nuevos casos de coronavirus en el Perú. Foto: Andina
Las medidas postergarían el inicio de la tercera ola y reducirían su repercusión en la salud de los peruanos. “El Gobierno tiene que apoyarse en las autoridades locales, en las dependencias policiales, en las municipalidades”, acotó.
Palacios expresó su preocupación por los posibles contagios en la época de Navidad y de Año Nuevo, por lo que aseguró que iniciar la norma para el 15 de diciembre incluso podría ser muy tarde. Recordó que, durante el año 2020, precisamente las aglomeraciones en estas temporadas provocaron el inicio de la segunda ola.
Por su parte, el especialista Carlos Medina se mostró escéptico ante las nuevas medidas dictadas por el Gobierno. De acuerdo con el infectólogo del hospital Cayetano Heredia, “se está trasladando la fiscalización a las empresas privadas. Aquí entra la pregunta ¿quién va supervisar que esas empresas privadas estén cumpliendo con ese rol?”.
“Entonces parece bonito en el papel, pero ¿logísticamente es viable esta implementación? Probablemente en los sectores A y B, donde las empresas puedan implementar esta medida, pero qué pasa con los sectores más populosos. Por la experiencia que ha demostrado lo que viene durando la pandemia, probablemente no lo sea. Podría terminar como una medida de papel, nuevamente”, advirtió.
Hasta la fecha se han aplicado en Perú más de 36 millones de dosis contra la COVID-19. Foto: La República
Acerca del alcance de la vacunación en las regiones del país, Medina expresó que el problema no es la cantidad de dosis, sino la desconfianza de las personas hacia el fármaco. “Yo creo que en este momento se dispone de vacunas, lo que no hay es una correcta información del beneficio de la vacuna (...) Lo primero siempre es concientizar a la población para convencerla de que esta medida que se está tomando, es adecuada, es buena. Después de haber concientizado recién se implementa”, acotó.
¿Por qué hay quiénes aún se resisten a vacunarse?
De acuerdo con el decano del CMP, hay una resistencia del 15% al 20% de la población hacia la vacuna. “Ya estamos cerca del 60% de peruanos vacunados con las dos dosis. Los que no lo hacen es porque algunos no encuentran el tiempo para hacerlo, están trabajando, luego por criterios religiosos, también porque la primera dosis les cayó mal y tienen miedo de que la segunda dosis sea peor. Hay una serie de miedos, algunos infundados y otros miedos que necesitan ser explicados”, afirmó el galeno.
Coronavirus
¿Qué panorama nos espera para el 2022?
Miguel Palacios garantizó un mayor porcentaje de vacunados para el próximo año 2022, además de la aplicación de la tercera dosis de refuerzo. El médico hizo énfasis en el poco conocimiento que se tiene sobre el comportamiento el virus, por lo que instó a la población a no descuidar las medidas sanitarias. “Es una lucha, lo podemos saber con exactitud qué viene, pero sí sabemos que la vacunación deben seguir, también las medidas de higiene respiratoria con el cubrebocas, eso es clave para impedir que las variantes hagan daño, también hacer énfasis en la ventilación de los ambientes”, finalizó.