Sociedad

En debate tercera dosis contra la COVID-19

Posturas. El Colegio Médico reiteró su pedido de una dosis de refuerzo contra la Covid-19 para personal de salud. Aunque no hay estudios firmes, consideran la experiencia de otros países como una señal.

En debate. Personal de salud pide que se les coloque una dosis de refuerzo pese a que no esta probado científicamente.
En debate. Personal de salud pide que se les coloque una dosis de refuerzo pese a que no esta probado científicamente.

Por lo menos diez países a nivel mundial, ya emplean la tercera dosis de vacuna contra la Covid-19. Esto contra la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que alega falta de base científica, además de generar una desproporción en el acceso de las inmunizaciones a los países más pobres. En Perú, el Colegio Médico viene pidiendo desde junio, que el refuerzo se aplique al personal sanitario.

La última solicitud fue el lunes desde el Consejo Departamental de Puno, donde su decano Vidmar Mengoa, informó que cinco médicos con pauta completa de Sinopharm hicieron cuadros graves de Covid-19, requiriéndose el traslado de uno a Lima. Mengoa recordó que los sanitarios están expuestos a cargas virales mayores que el resto de la población.

La última respuesta del Ministerio de Salud (Minsa) sobre una tercera dosis fue en agosto, donde se indicó que estaba en evaluación. Por ahora, los esfuerzos se centran en inmunizar con esquema completo a la mayoría de peruanos antes de una tercera ola de contagios. La tasa de vacunación en la población general oscila entre el 28% a 30%.

El decano del Colegio Médico en Arequipa, Javier Gutiérrez, refiere que la vacuna Sinopharm ha sido eficaz para proteger a la mayoría del personal sanitario. Indica que en la región, no hay galenos fallecidos con dos dosis. Hubo cuatro que fueron a UCI, tres ya salieron del cuadro. Sin embargo, señala que el refuerzo debería considerarse. En el Perú, se requerirían otras 250 mil dosis para cubrir a todos los trabajadores de salud.

Si bien Gutiérrez acepta que no hay estudios definitivos sobre la utilidad de una vacuna de refuerzo, sostiene que debe existir alguna base para que otros países hayan tomado la decisión. En Chile y Uruguay, se coloca una tercera inyección con Pfizer o Astrazeneca a quienes recibieron el esquema de Sinovac.

“Tenemos que comprender porqué están aplicando una tercera dosis. Porque a pesar de cifras altas de vacunación, países como Israel están viendo un alto porcentaje de pacientes contaminados, debido a las variantes”, expresó Gutiérrez.

Para el decano, el gobierno central debería empezar las gestiones para la adquisición de lotes de refuerzo, como una estrategia preventiva. Opina que tarde o temprano, se necesitará la tercera inyección. “Hay que trabajar en un sentido prospectivo”.

Mientras que la jefa de Emergencia del hospital Honorio Delgado, Alida Huamán, opina que se requiere evidencia sólida para aplicar una tercera dosis. “No porque en otros países lo hagan vamos a replicarlo. Si tiene una base científica, la asumiríamos. Pero hasta ahora no hay resultados contundentes”.

Huamán recuerda que la mayoría del personal sanitario se vacunó entre febrero y marzo. La vacuna todavía parece responder. “Cuando haya una evidencia que no hay una producción de protección en el personal de salud, tendríamos que volvernos a vacunar. Antes no”.

En grupos de riesgo

La mayoría de países que adoptaron la decisión de una tercera dosis, se basaron en mediciones de niveles de anticuerpos circulantes, que disminuían con el tiempo. Las críticas a este argumento, sostienen que dichos anticuerpos son solo una parte de la protección generada por la vacuna, pero no se considera a la inmunidad celular, más duradera pero también compleja de medir.

En Europa, países como España o Francia decidieron que la tercera dosis se coloque a pacientes inmunodeprimidos, quienes, por su sistema inmunitario debilitado, no pueden desarrollar con la vacuna una respuesta similar al resto de la población. Son personas con trasplantes de órganos, cáncer o que toman medicamentos inmunosupresores. “Este caso no es de hecho una dosis de refuerzo sino una dosis adicional para completar la pauta de vacunación”, señaló en un comunicado la Federación de Asociaciones Científico Médicos Españolas (Facme).

Aunque la OMS se ratifica en que no hay evidencias para una tercera vacuna en la población general, deja una puerta abierta para los grupos de riesgo mencionados. “Una tercera dosis podría ser necesaria en el futuro para grupos de población o entornos específicos. No obstante, son necesarios más datos sobre el momento ideal y la dosificación del refuerzo”, señaló a fines de agosto el director regional de la OMS en Europa, Hans Kluge.

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