Albert Ñahui, otro de los héroes del 14-N, logró superar sus heridas
De regreso a casa. Ex infante de Marina que protestó contra el régimen de facto de Manuel Merino fue dado de alta luego de 4 meses. Perdigón disparado por policías le fracturó el cráneo.
Con colaboración de URPI
“Todo fue rápido, al principio no sentí mucho, pero después, mientras pasaban los segundos, empecé a sentir dolor en todo el cuerpo. No veía bien, empecé a escuchar zumbidos, estaba ensangrentado”.
El ex infante de Marina Albert Yosemir Ñahui Pérez tiene 23 años y siempre llevó una vida pacífica. Hasta aquella noche del 14 de noviembre del 2020 en que, junto a una multitud, salió a protestar contra el régimen de facto de Manuel Merino. Ese día, Inti Sotelo y Jack Pintado perdieron la vida en medio de la represión policial.
Albert Ñahui ha aprendido a caminar de nuevo, a deglutir, a respirar. Todas las noches recuerda aquel episodio que lo mantuvo durante 12 días en coma inducido. Esas casi 300 horas que se transformaron en su historia clínica.
Cuando fue ingresado al hospital Guillermo Almenara su diagnóstico no era nada alentador: traumatismo encéfalo craneano severo. El impacto de un perdigón le había fracturado el hueso frontal de la cabeza, hundiéndolo sobre la masa encefálica y comprometiéndole la órbita del ojo izquierdo.
Fue inducido al coma para extraerle los coágulos de sangre del cerebro. “Su vida pendía de un hilo”, recuerda su madre Frine Pérez.
“Son fracturas de traumatismo cráneo facial poco frecuentes”, dice el jefe del servicio de cirugía cabeza y cuello, Eduardo Santiani. El médico asistencial Roberto Aybar, quien estuvo a cargo de una de las tres intervenciones quirúrgicas que tuvo Albert, señala: “Tenía un pronóstico incierto, no se sabía si iba a quedar con secuelas neurológicas, si podría caminar”.
Y añade: “Pero él ha recuperado sus funciones. Hay una depresión en la región naso fronto-hemoidal y del seno frontal. A ese nivel tuvimos que colocar una minimalla de titanio y una mini placa de titanio y le hemos devuelto la estructura anatómica que antes tenía”.
Albert es un joven que detesta las injusticias. “Las denuncias por corrupción me motivaron a salir a la marcha”, afirma. “Salimos para que no se cometiera abusos, estando próximos a las elecciones, no había necesidad de un golpe de Estado porque ya iba a terminar su periodo el expresidente (Vizcarra)”, dice el estudiante de Comunicaciones.
Luego reflexiona: “Se está llevando una investigación. Supuestamente, el que dio las órdenes fue el señor Merino, pero me parece que está eludiendo su culpabilidad. Me siento indignado con que la Policía nos haya herido innecesariamente con armas de fuego. A la vez me siento orgulloso de haber participado porque para que haya cambio, uno tiene que salir a protestar y ser escuchado”.
El dato
Está de alta. Luego de cuatro meses, Albert fue dado de alta y ya se encuentra en su vivienda, con su familia. Dice que pensó que no volvería a caminar, aunque nunca perdió las esperanzas. “Lo he logrado gracias a Dios y a los médicos”.