Arzobispo de Lima: “Cuando un amigo se va, algo muere en el alma”
Esas fueron las sentidas palabras de la autoridad eclesiástica sobre el monseñor Luis Bambarén en la misa del funeral que se ofició en su nombre.
El arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, presidió una misa para agradecer la vida de su “hermano y pastor” monseñor Luis Bambarén Gastelumendi. En este evento, homenajeó las enseñanzas del religioso y resaltó cómo fue un ejemplo para todos y todas.
“Queridos hermanos y hermanas, cuando un amigo se va, algo se muere en el alma, pero con un amigo como nuestro querido Lucho también algo resucita en el alma, porque nos deja una huella imperecedera del amor de Dios”, manifestó al iniciar la homilía.
Contó también que cuando fue ordenado obispo, el cardenal Juan Landázuri Ricketts le dio la misión de encargarse de los barrios de Lima. Desde ese momento, su lema fue el de “evangelizar a los pobres y anunciarles la buena noticia”. Además, empezó a llamar a estas zonas como “pueblos jóvenes”, pues decía que necesitaban ser identificados con dignidad.
Monseñor Luis Bambarén fallece
Para el periodista de La República, Carlos Páucar, fue el sacerdote de los más humildes. Su hablar pausado, apacible, pero a la vez firme y franco ha dado consuelos, consejos y al mismo tiempo ha rechazado las injusticias, las desigualdades, la violencia y el abuso de poder.
El monseñor Luis Bambarén Gastelumendi falleció a los 93 años a causa de uno de los grandes males que castiga actualmente la mayoría de los hogares peruanos: la COVID-19.
El domingo 14 último, el religioso había sido internado en una clínica de la capital. El jueves 18, en las redes sociales trascendió su deceso, pero lo desmintió la orden de los jesuitas, a la que pertenecía. Bambarén aún luchaba por su vida. Se tenía la esperanza de que saliera de este difícil trance.