Sociedad

Cusco: niños con cáncer que pelean por sobrevivir

Batalla. Crónica con los menores internos y que reciben quimioterapia en forma ambulatoria en hospital Lorena de Cusco.

Padres de estos pequeños tienen que pasar peripecias para lograr que sus niños reciban tratamiento.
Padres de estos pequeños tienen que pasar peripecias para lograr que sus niños reciban tratamiento.

Shandé C. H. tiene tres años de edad y se enfrenta a un cáncer. Libra su batalla sin dejar de sonreír y ese entusiasmo lo contagiaba a los nuevos pequeñines internos que padecen la enfermedad. Hace dos meses, Shandé ya no está con ellos, ordenaron su alta médica. Ahora recibe quimioterapias de manera ambulatoria.

Actualmente son ocho niños hospitalizados, cuyas edades oscilan entre 2 a 13 años. Ellos abarrotaron las camas del área de Oncología Pediátrica del Hospital Antonio Lorena de Cusco. Otros 12 menores reciben las quimoterapias de manera ambulatoria. Sin presagiar el inicio de la pandemia, antes de la cuarentena, en marzo de 2020, esta área se trasladó al Centro de Salud San Antonio. Así evitaron exponerlos a los contagios en el Lorena donde también se trata pacientes infectados con el virus de Wuham.

Cuidados extremos

El jefe de servicio de Oncología Pediátrica, Walter Atausinchi Atauchi, cuenta que los padres de estos pequeños tienen que pasar peripecias para lograr que sus niños reciban tratamiento. Se trata de familias pobres y provenientes de las zonas rurales, de ahí son 70 % de casos. La leucemia es el cáncer más frecuente.

Igual los menores reciben cuidados extremos. Regularmente pasan pruebas rápidas de COVID-19. Las visitas están prohibidas para evitar exponerlos, solo tienen contacto con sus padres mediante llamadas de voz o video.

Los menores, con tratamiento ambulatorio, pasan una prueba rápida. En la primera ola, dos menores dieron positivo pero no tenían síntomas. Los mandaron a cuarentena, cuando se recuperaron recibieron la quimioterapia.

Sin apoyo

Aunque la nueva Ley de Cáncer Infantil pretende cambiar la dura realidad que enfrentan estas familias hay organizaciones que dan soporte. Lamentablemente, debido al contexto de la pandemia, una casa hogar que era solventada por la Asociación Pacai fue cancelada .Los padres ya no pueden realizar visitas. A cambio instalaron una sala de recreación para la distracción de los más pequeños.

Manos Mágicas es otra organización que apoya a los familiares. Gestionan laptops para que los pequeños puedan retomar sus clases virtuales. “Hay gente humanitaria que se encariña bastante con este tipo de pacientes oncológicos, incluso muchos prefieren el anonimato y nos apoyan bastante, eso es muy lindo”, detalló el pediatra Walter Atausinchi.

Mientras dure esta emergencia sanitaria el personal de salud doblega sus esfuerzos para atenderlos. Algunos profesionales ya no están. Los reubicaron a las áreas donde se atiende a pacientes COVID. El trabajo es mayor. Deben apoyar en forma emocional y psicológica a los menores. Esta tarea la hacían diversas organizaciones con shows infantiles y terapias motivacionales.

A pesar de todas estas dificultades, los niños y adolescentes con cáncer muestran una actitud positiva. “Hay un pequeñín de nombre Shandé de tres añitos. Es un niño que para su edad es todo un adulto. Hay una niñita que llegó de Puno y bueno le dije a Shandé que tiene que cuidarle y enseñarle a estar solo como tú, él la cogió de su mano y la llevó al área del comedor para explicarle. Siempre me dice: doctor cuándo me voy a ir de alta”, cuenta el jefe de esta área antes de que este menor fue dado alto.

La falta de médicos especialistas sigue siendo un problema. En Cusco solo hay dos médicos capacitados en oncología pediátrica por el Ministerio de Salud.