Sociedad

Gran afluencia de personas en Mesa Redonda pese a cuarentena

Vendedores, estibadores y transeúntes acudieron a conglomerado vulnerando restricciones establecidas por el Gobierno.

Muchos de los asistentes a Mesa Redonda no respetaban la distancia social. Foto: captura de Latina Noticias
Muchos de los asistentes a Mesa Redonda no respetaban la distancia social. Foto: captura de Latina Noticias

En el segundo día de la cuarentena que rige en Lima, se siguen registrando zonas en las que no se cumple con la medida a cabalidad. Es el caso de Mesa Redonda, a donde cientos de personas acudieron desde tempranas horas.

En imágenes difundidas por Latina Noticias, se observó que si bien casi todas las tiendas estaban cerradas, el comercio ambulatorio se ubicó en varias calles, como el cruce de los jirones Paruro y Miró Quesada que registró gran afluencia.

Muchos vendedores ambulantes colocaron sus productos sobre las vías y los ofrecían a los clientes que pasaban por el lugar. En muchos casos no se respetaba la distancia social y algunos usaban la mascarilla de forma incorrecta.

La vulneración a la orden de inmovilización no solo fue por parte de los vendedores informales, sino también de los peatones, quienes tampoco mantenían la distancia social y portaban mal el barbijo. Asimismo, varios fueron vistos caminando juntos, cuando la indicación es que solo puede salir una persona por familia para comprar alimentos.

Según informó el citado medio, grupos de militares custodiaban algunos ingresos en el centro de Lima; sin embargo, las personas buscaban la manera de burlar esos controles y dirigirse hacia el conglomerado comercial.

En horas de la mañana se notó la presencia de patrulleros de la Policía, pero luego ya no volvieron a realizar rondas.

De acuerdo al noticiero, la situación fue diferente en Gamarra, donde todas las tiendas estuvieron cerradas y no había la presencia de ambulantes. En este caso, los fiscalizadores distritales sí custodiaban el lugar.

En el emporio textil ubicado en La Victoria tampoco hubo afluencia de público, solo de los dueños de las tiendas que tienen permiso para vender vía delivery y poder seguir trabajando en los talleres de confección.