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Sociedad

Difusión no consentida de videos íntimos: ¿cómo este delito afecta la salud mental de las víctimas?

El también llamado pornovenganza es una práctica recurrente en los medios digitales que consiste en difundir contenido de carácter sexual sin autorización de los involucrados en las imágenes o videos.

difusión de videos íntimos
difusión de videos íntimos

Uno de los últimos casos más sonados ha sido el de la excandidata al Miss Perú 2018 Lucero Sánchez, que denunció la filtración de un video íntimo en páginas pornográficas y redes sociales. A raíz de ello, contó que es víctima de acoso cibernético y que su estado emocional se ha visto afectado.

El caso de la modelo no es excepcional. La difusión de imágenes y videos íntimos es una de las modalidades de violencia contra la mujer que más ocurre, pero de la que menos se habla por temor y vergüenza.

La psicóloga Kellyn López Ochante declara a La República que la también llamada pornovenganza pueden realizarla parejas, exparejas o personas que buscan vengarse de la víctima tras una pelea. Entre los sentimientos más comunes que observa la experta en las jóvenes es el estrés postraumático y una total desconfianza hacia el resto. “Pueden tener una actitud paranoica y pensar que todos van a hacerle lo mismo”, apunta.

La experta indica que, si bien no hay muchas estadísticas de que los intentos de suicidio sean a causa de la divulgación de fotos y/o videos íntimos sin consentimiento, pueden existir casos donde hayan pensamientos suicidas y un deseo constante por desaparecer, puesto que la vida íntima se ve irrumpida de forma violenta.

“Puede ocasionar un episodio depresivo acompañado de sentimientos de tristeza, ansiedad, llanto, frustración y reproche del porqué no borró lo grabado”, agrega.

Sin embargo, no solo mujeres mayores de edad sufren de esta agresión, sino también menores de edad, en su gran mayoría. López cuenta que trabaja con adolescentes y ha encontrado que, debido a que estas se encuentran en una etapa de descubrimiento sexual, a veces optan por mandar a sus amigas fotos con ropa íntima que, finalmente, caen en manos ajenas.

Los efectos psicológicos pueden ser catastróficos en una menor de edad al enterarse de la divulgación de esas fotos sin su consentimiento, pero que pueden ser previsibles si hay una buena comunicación en la familia, informa la psicóloga.

Finalmente, recomienda que para la recuperación sana de la mujer afectada por este delito es necesaria la orientación psicológica, así como el soporte emocional de los seres queridos. Asimismo, cual fuera la edad, la sugerencia puntual es denunciar el hecho ante la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) de la PNP.