En la punta de un cerro abren caminos para alimentar a población olvidada
Pobladores del distrito chalaco de Mi Perú se organizan para combatir el hambre ante ausencia del Estado y esperan que el alcalde, Agustín Santamaría los apoye.
Un grupo de madres iniciaron el 1 de junio el comedor autogestionario “Abriendo Caminos”, para alimentar a 100 personas en el Asentamiento Humano Juan Sotomayor, del distrito de Mi Perú en la región Callao, donde no llega la ayuda municipal y solo unas pocas familias fueron beneficiadas con el bono del gobierno.
El comedor se encuentra ubicado en la parte alta de un cerro escarpado, donde las motos taxis solo llegan hasta una planicie y de allí sus pobladores deben subir casi 400 metros para llegar a sus viviendas.
La presidenta del comedor es Herlinda García y en su inauguración, prepararon un arroz con pollo, sopa de morón y un vaso de maracuyá, todo al precio de dos soles, que servirán para preparar los alimentos del día siguiente.
Todos los comensales han sido empadronados por la directiva y a partir del mediodía acude un miembro de la familia, a recoger los menús. Ellos acatan el distanciamiento, se cuidan porque saben que coger el virus sería mortal.
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Esta es parte de una iniciativa de los propios pobladores del distrito que se han organizado y piensan abrir cinco comedores populares en los próximos días en beneficio de más de 1000 habitantes que se encuentran en situación de pobreza y extrema pobreza. El comedor está apoyando gratuitamente, a una familia que no puede acceder al pago del menú.
José Atoche y Mauro Durand, son quienes realizaron las coordinaciones para impulsar los comedores. Ellos señalan que esperaban que todos empiecen a funcionar al mismo tiempo, pero que no han podido conseguir los implementos necesarios para ello, porque solo cuentan con la colaboración económica de algunas personas.
“El hambre no puede esperar y tuvimos que iniciar este comedor con ollas prestadas”, señaló Atoche.
Claman ayuda
Atoche y Durand solicitan a la municipalidad y otros organismos del Estado que los apoyen con utensilios, ollas y víveres, también con mascarillas porque muchas de las personas que van al comedor no tienen. “Con las justas se consiguen dos soles para un menú y no la van a gastar en una mascarilla”, sostienen.
Cuando todos los comedores estén funcionando piensan enseñar a las madres el cultivo en bio-huertos, para tener su propia producción de alimentos y capacitarlas en la elaboración de mermeladas y otros productos para el consumo y la venta.
Los organizadores han coordinando con agricultores de Junín y están buscando el apoyo de la municipalidad y de otras organizaciones para traer directamente los productos, “Así compraremos a precios bajos, pero pagando un precio justo a quienes los producen” recalcó Atoche, quien señaló que están a la espera de una respuesta del alcalde distrital,