Sociedad

Los mercados: Integrados al desarrollo sociocultural de cada distrito

Visión integral para los centros de abasto. El avance del virus tuvo en los mercados locales del país a un gran aliado. Hoy, diversos ministerios laboran juntos contra el Covid-19. Es una gran oportunidad para hacer de ellos un modelo de cambio, como parte importante del sistema alimentario del país.

Posibilidad. Los mercados están rodeados, por lo general, por 'paraditas'. Se estima que ambos pueden ser recuperados en un sistema comercial y sanitario integrado. (Foto: A. Melgarejo)
Posibilidad. Los mercados están rodeados, por lo general, por 'paraditas'. Se estima que ambos pueden ser recuperados en un sistema comercial y sanitario integrado. (Foto: A. Melgarejo)

Por: Carlos Páucar

El nuevo coronavirus que pone en jaque al mundo surgió en un mercado de la ciudad de Wuhan, en China. Y se propagó rápidamente a través de los comercios de diversos países del mundo. En el Perú ocurrió igual. La gran mayoría de mercados se convirtió en un enorme foco de infección del coronavirus.

El mercado de Belén de Iquitos fue uno de los casos más extremos. Pero también el Mayorista de Santa Anita, el de Frutas en La Victoria, San Felipe en Surquillo, Ciudad de Dios en San Juan de Miraflores, Caquetá y Condevilla en San Martín de Porres, Mariscal y Jicamarca en San Juan de Lurigancho.

Hoy, el caso de los mercados locales es tomado por los políticos y técnicos, más por los primeros. Los políticos opositores a la gestión del presidente Vizcarra lo acusan de demorar las intervenciones. Los críticos del alcalde limeño, Jorge Muñoz, afirman que calló totalmente con los mayoristas. A las autoridades distritales y regionales les enrostran haberse cruzado de brazos ante el avance del SARS-CoV-2.

En una encuesta de IPSOS, a la pregunta de cuál consideran el peor error del gobierno ante el Covid-19, un 29% indica que no pudo controlar los mercados para evitar los contagios y un 23%, haber demorado en tomar las pruebas. Pero en otra consulta, cuando se interroga por el responsable de que los mercados sean un foco de infección, 46% señala a los comerciantes por no seguir los protocolos y 42%, a los municipios por no ordenar sus distritos.

¿Fueron los mercados una de las fallas en la lucha contra el Covid-19? Varios creen que sí. El epidemiólogo Mateo Prochazka dice: "Ha quedado clarísimo que los mercados han sido nuestro punto más vulnerable". En el diario inglés The Guardian, el economista Eduardo Zegarra afirmó: "Los mercados fueron probablemente el mayor vector de infección, por lo que la cuarentena de Perú no funcionó".

Nueva normalidad y cambios en mercados

Antes de la pandemia, es decir cuando se consideraba que la situación era "normal" en los centros de abastos, pocos, casi nadie, querían intervenir. Los mercados eran territorios liberados. Ante ellos, muy pocas autoridades tomaban decisiones.

Hoy, con todo lo ocurrido, "urge hacerse una pregunta: si los mercados son espacios de riesgo o hay más riesgos en perderlos", indica Ana María Huaita, del proyecto CoMercado.

"Los mercados locales crecieron en número, pero sin control interno, muchos sin organización. Los flujos de elementos humanos y no humanos entraron en colisión. Fue una situación que no tuvo liderazgo", analizó Huaita, en un foro promovido por el municipio de Lima y la FAO.

Para Huaita, los mercados deben ser reconocidos como importantes centros del sistema alimentario del país. “Los mercados no deben ser delimitados por un perímetro físico, sino por la extensión de las relaciones de intercambio, lo que involucra el espacio público alrededor de las infraestructuras”, precisa.

Según Huaita, los mercados tienen valores mas allá del comercio. La nueva normalidad, la nueva convivencia, en una sociedad pos-Covid-19 implica, en su opinión, cambios sustanciales en los mercados, como ya ocurre con otras áreas de la vida social. “Es necesario pensar en una necesaria nueva normalidad alimentaria”, plantea.

Para la estudiosa del comercio minorista Elsie Guerrero no basta "recobrar la normalidad" y que todo vuelva a ser precario, caótico, inhumano. "Lo que pasa en los mercados tiene una estrecha relación con la salud de la población y debe verse de manera integral".

Guerrero, quien participó en una conferencia virtual de la Federación Nacional de Trabajadores de Mercados (FENATM), informó que en el país existen 43 mercados mayoristas, 2.600 mercados formales, más de 300.000 comerciantes y con el resto de personal suman más de medio millón de personas en el sector. "Su existencia tiene que ver también con la tradición, el desempleo, la informalidad", acota.

Un necesario enfoque multisectorial e integral

¿Qué factores influyeron para tener los mercados que tenemos? Se pregunta Guerrero, y enumera factores internos y externos. Entre los primeros "la falta de una cultura empresarial, la falta de un diseño organizacional, la falta de un modelo de gestión, de administradores especializados y, entre los segundos, la falta de rutas para el ordenamiento territorial del comercio, el crecimiento de los mercados sin ningún criterio, las acciones dispersas y desarticuladas de ministerios y municipalidades, la ausencia de políticas públicas...". También cree que las soluciones a la problemática deben ser integrales y analizando las diferencias de cada mercado.

“Debe existir un comando nacional de mercados que labore a nivel nacional, regional y local. Es un problema nacional de salud pública, por lo que debe ser trabajado por el gobierno y de modo multisectorial, más allá de la pandemia”.

Alexandro Saco, experto del Ministerio de Salud, cree que entre las primeras acciones tomadas contra el Covid-19, en los mercados, por el Grupo Multisectorial, hay un germen de lo que se puede hacer en el futuro.

"Si queremos cambios reales, lo primero es ir a una acción multisectorial. Solo, ningún sector podrá hacer algo. Unidos tanto el Minsa, MEF, Producción, Agricultura, Defensa, Interior, PCM, con alcaldes, comerciantes... Si se da esa labor conjunta, aspiraremos a tener mejores mercados", dice Saco.

El trabajo en conjunto empezó desde que se detectó a 163 comerciantes el 29 de abril en el mercado de Caquetá y a 261 el 2 de mayo en el mercado N° 3 de Surquillo. Además, en el Mercado de Frutas, el 86% de sus vendedores se contagió, como confirmó la BBC en su informe sobre el Perú. Tras ello, el presidente Vizcarra dispuso la intervención, primero, de 32 grandes mercados. Esa primera etapa concluyó el sábado 23 de mayo.

Hoy el plan es mejorar 136 mercados del país.

Saco plantea que se formalice la Comisión Multisectorial y que su labor sea de largo aliento.

El último jueves 21 no se creó una comisión nacional, pero sí se dio una herramienta valiosa: el Decreto Supremo 011-2020, que contiene los lineamientos para el funcionamiento de los centros de abasto de alimentos.

El DS 011-2020 le asigna responsabilidad y competencias en este tema a Produce, Minsa, Minam, Minagri, los gobiernos regionales, las municipalidades, las fuerzas armadas y policiales.

Un comité por mercado y los trabajadores

Allí se establece que el gobierno local es responsable de implementar los lineamientos y de crear un comité de autocontrol en cada mercado. Será integrado por un representante del ente local, quien lo preside; un administrador o gerente del mercado; dos representantes, hombre y mujer, de los comerciantes; y un funcionario de salud de la localidad.

Precisamente, lo que pedían los dirigentes de la FENATM era participación.

Proponían estar en la comisión multisectorial. Su secretario general, Ricardo Ramos, exige “que se escuche a los protagonistas”. El dirigente John Zavala asegura que la pandemia es la mejor oportunidad para que el gobierno conforme la Autoridad Nacional de Mercados, pues “no queremos buscar culpables de la situación sino soluciones, tenemos propuestas, queremos que nos escuchen”.

Para Carmen Vildoso, representante de la red de investigación de políticas públicas WIEGO, después del DS, “el reto para las asociaciones de comerciantes es formar en cada mercado un comité, que asumirá responsabilidades contra el Covid-19”.

El DS puede significar un necesario punto de partida.

El DS 011-2020, entre otros puntos, dispone que en los establecimientos comerciales minoristas de alimentación se permita un aforo no mayor del 50%, se exija la desinfección previa, el uso obligatorio de mascarillas para el ingreso y se mantenga la distancia social no menor de 1 metro. Además, se implementen estaciones de lavado de manos, surtidores con desinfectante para vendedores y público y la toma de temperatura corporal.

Hay desafíos y también responsabilidades

Carmen Vildoso cree que el DS es un reto para autoridades y comerciantes. Puede gestar cambios de hábitos y de visión. "Por lo general, se asocia el mercado a un lugar pobre y con baja autoestima, en comparación con los supermercados. Pero ahora la norma plantea requisitos y control que antes solo eran para supermercados. Será un cambio de esquema, dejará de ser el lugar al que vamos sin exigencias".

En algunos mercados del país los mismos comerciantes propician cambios, como el de Santa Rosa, en Pasco, que en coordinación con el alcalde de Yanacancha, Omar Raraz, fueron los primeros en proteger cada puesto con cortinas transparentes, y en usar guantes y mascarillas para atender al comprador.

No es mala idea, además tomar experiencias de países vecinos. En el foro del concejo de Lima y la FAO, Paola Ramón, de la Secretaría de Desarrollo Productivo de Quito, contó cómo se enfrentó la ciudad ante el Covid-19. Se hizo un mapeo integral, georreferenciado, de mercados y de bancos, bodegas, rutas de abastecimiento, etc. Con ello se impulsó una nueva estrategia de comercialización, incluso en alianza con firmas como Glovo o Rappi para el reparto de productos.

Se utilizó la tecnología, con un mercado virtual y data básica. Se trabajó con ligas de fútbol y líderes barriales. Se usaron chats comunitarios. Y se trabajó con productores en proyectos, como huertos urbanos en Agrupar.

La investigadora Ana María Huaita propone un sistema de mapeo de planificación urbana que permita una labor más amplia con los mercados. "Con una visión integradora que incluya vínculos con productores, bioseguridad, visibilizando los valores socioculturales y como parte de un sistema agroalimentario, con productores de desarrollo local y en contra de la monopolización de alimentos".

Reacciones

John Zavala - Dirigente de FENATM

“Cada ministerio tiene sus normas, sin articularse. Hay que vigilar a los municipios, con el control ciudadano. Los mercados lo hicieron, los comerciantes, por necesidad, ante la falta de política de Estado”.

Rudolf Giese Salazar - Fac. de Arquitectura UCAL

“Los mercados minoristas se distribuyen sin planificación y localización a lo largo de las ciudades en el Perú, y cada uno de ellos atiende a una población que se encuentra ubicada en su radio de influencia”.

Jaime O. Salomón - Exviceministro de Agricultura

“Si se paralizan los mercados se cortaría la cadena alimenticia y repercutiría en pocas semanas en los agricultores, sin tener a quién vender sus productos. Hay que evitar el desabastecimiento de alimentos”.

“Hay que acercar el mercado al pueblo”

El Colegio de Arquitectos del Perú (CAP) y la Facultad de Arquitectura de UCAL presentan el proyecto “Mercados Expandidos Temporales” (MET), para descongestionar los mercados llevando la oferta de un único punto a 3 o 4 en el radio de influencia del mercado. “La idea es acercar el mercado al barrio. El MET desconcentra el flujo de personas en un punto y lo subdivide a 3 o 4 puntos diferenciados”, señala el Arq. Rudolf Giese Salazar, director de la Facultad de Arquitectura de la UCAL. Estos anexos al mercado tradicional (que servirán para almacenar mercadería del mayorista) tendrán un recorrido lineal, donde el usuario pasa por la oferta de productos hasta la salida. “Evitamos el recorrido errático, dando vueltas innecesarias”.

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