Maternidad en medio de la pandemia

Fiorella Montaño y Liz Ferrer

El jueves pasado, Josué fue al médico para un control. Salió de su casa envuelto en mantas, sin mascarilla o guantes (su cuerpo es muy pequeño para esos implementos de bioseguridad), para evitar el contagio del coronavirus. Pasó el viaje hacia el hospital pegado al pecho de su madre. Ella lo protege del enrarecido ambiente.

Josué llegó al mundo el 1 de enero del 2020. El brote del COVID-19 aún no alcanzaba la escala de pandemia y en Arequipa las actividades eran normales. Cuando cumplió el primer mes de nacido, sus padres, Karin Ojeda y Joced Loayza, realizaron una pequeña reunión con familiares y amigos. Las cosas cambiaron muy rápido en semanas. Ahora no hay fiestas, pero sí preocupación.

A diferencia de Josué, la pequeña Amy solo conoce la nueva normalidad de la cuarentena. Nació el 18 de marzo en el Hospital General Honorio Delgado. Las circunstancias generadas por la expansión del virus han puesto a prueba la fuerza de Elena Flores, su mamá.

Elena pidió su alta voluntaria al día siguiente de dar a luz. Tenía miedo del contagio a su hija. Cuando dejó el hospital, ya se había suspendido el uso de automóviles particulares y esperó varias horas por una movilidad para regresar a su hogar.

El parto también fue complicado. Obstetras, enfermeras y técnicas evitaban el contacto con ella y su hija. La tensión del personal era notoria, pese a tener la mitad de la cara cubierta con una mascarilla. No fue igual que cuando dio a luz a su primera hija, hace algunos años atrás.

Durante la noche que pasó en el hospital, tuvo que gritar para que la atendieran. El personal apenas se acercaba. Le pusieron mal la chata para orinar y ella se mojó y también su bebé. Nadie le cambió las sábanas y durmieron mojadas.

Frente a los cambios

Las madres intentan sobreponerse a las adversidades generadas por la cuarentena. Es un sentimiento agridulce, por la llegada de sus bebés.

Durante este tiempo se presentan situaciones insólitas. El nacimiento de Amy aún no es registrado en Reniec, esta entidad suspendió su atención hasta el fin de la emergencia. "Para el Estado somos una familia de tres personas y no cuatro", cuenta Elena.

Las vacunas también son de difícil acceso. Karin dice que hay que inscribirse en la web para acceder a ellas y que un médico particular cobra más de S/ 600 por cada vacuna.

Hasta la atención médica genera miedo. Rosario Ticona también dio a luz durante la emergencia. “Debo cuidarlo aún más de otras enfermedades, porque las consultas para Pediatría en EsSalud están suspendidas y solo hay atención por emergencias”, señala.

Acudir por emergencia es una de sus mayores preocupaciones, ya que pacientes con coronavirus podrían compartir los mismos ambientes que su bebé.

Ellas pasarán el Día de la Madre cuidando a sus hijos, aprendiendo y enseñándoles a sobrevivir a una pandemia.

Madres que dieron positivo

En Tacna, dos madres dieron positivo a pruebas rápidas de COVID-19 antes de dar a luz. Ellas, estables y sin síntomas, están aisladas de sus bebés hasta que se pueda confirmar con pruebas moleculares si son portadoras del virus.

El primer caso, una madre de 31 años que dio a luz una bebé en EsSalud. El gerente de Red Asistencial de EsSalud, Paulo Gordillo Maydana, explicó que la bebé dio negativo a la prueba rápida; sin embargo, se le practicó también una prueba molecular. El segundo nacimiento ocurrió el martes en el centro de salud del distrito de Ciudad Nueva, una mujer de 37 años que alumbró a un niño, quien también dio positivo a COVID-19 en la prueba rápida. La madre fue llevada al Hospital Regional Hipólito Unanue por una retención de placenta. Madre e hijo están bien pero aislados. La leche materna contiene anticuerpos importantes para el recién nacido, por ello se le dará suplementos al bebé mientras esté separado de su madre.