Sociedad

El árbol de la quina y su poderosa sustancia para combatir enfermedades virales

Milenaria planta peruana también actúa con éxito en el paludismo y la malaria. El INIA desarrolló 6,000 nuevos plantones y apuesta por su conservación.

Árbol de la quina.
Árbol de la quina.

Juan Vejarano Vergara

Por su alta calidad genética, por ser resistente a plagas y contener cantidades adecuadas de quinina, sustancia clave para combatir con éxito enfermedades virales, paludismo y malaria, entre otras, el Ministerio de Agricultura y Riego ha desarrollado seis mil nuevos plantones del árbol de la quina de la especie Cinchona officinalis.

La producción de estos plantones se realizó en el banco de germoplasma que posee el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) en la región de Cajamarca, el cual concentra cien accesiones que son materia de investigación con el fin de desarrollar tecnologías que permitan la conservación y reforestación de la especie.

El árbol de la quina es considerado de alto valor medicinal, pues posee la quinina, alcaloide con propiedades antipiréticas, antipalúdicas y analgésicas. Es el principal compuesto en el tratamiento de la malaria y fue utilizado por los incas contra estados febriles. Se desarrolla en el Perú, Ecuador, Bolivia, Colombia, Holanda y China.

Para luchar contra el coronavirus, médicos de diversas partes del mundo han optado por emplear la cloroquina, medicamento elaborado a base de quinina. En el Perú, el Ministerio de Salud acepta su prescripción a pacientes moderados y severos en hospitalización, previo consentimiento informado.

Proceso de adaptación

Los nuevos plantones, que provienen de árboles semilleros, fueron desarrollados bajo técnicas agronómicas y fitosanitarias que cumplen con los estándares de calidad más exigentes.

Muestran tolerancia a diversas plagas y enfermedades, buena adaptabilidad a climas variados y tienen un desarrollo óptimo de hasta 18 metros de altura, lo que permite una buena producción de la quinina.

En la actualidad, los plantones han sido distribuidos a viveros ubicados en las regiones Cajamarca, Lima y Lambayeque, como parte del proceso de estudio de adaptabilidad a diversas condiciones climáticas.