Hoy se cumplen 28 años del asesinato de María Elena Moyano por Sendero Luminoso
El 15 de febrero de 1992, “madre coraje” fue asesinada cruelmente por parte del grupo terrorista Sendero Luminoso. Moyano es recordada por oponerse a la violencia senderista desde la organización civil.
Un día como hoy, pero en 1992, la entonces presidenta de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador, María Elena Moyano fue asesinada por Sendero Luminoso luego de convertirse en un símbolo a la resistencia contra la violencia perpetrada por este grupo terrorista.
Lideresa, madre y luchadora fiel por los derechos de la mujer y de las personas excluidas. Hoy, a 28 años de su muerte, las poblaciones más desfavorecidas la recuerdan como una heroína de la guerra interna y víctima del terrorismo más atroz que azotó nuestro país.
¿Quién era María Elena Moyano?
María Elena Moyano Delgado nació el 29 de diciembre de 1958 en Barranco; sin embargo, a los 12 años se trasladó hacía Villa El Salvador, distrito que marcaría su vida y del cual nunca salió hasta su asesinato en 1992.
A los 15 años, la joven María Elena comenzó a organizar programas de alfabetización y trabajó en programas sociales. Años más tarde, impulsó la creación de la Federación Popular de Mujeres de Villa El Salvador para darle más presencia a las mujeres dentro de los cargos distritales y empoderarlas en su vida diaria.
Su liderazgo la llevó a ser elegida teniente alcalde en épocas de guerra interna. Desde la organización vecinal le hizo frente a la violencia de Sendero Luminoso por medio de declaraciones enérgicas y marchas pacíficas portando banderas blancas.
¿Cómo fue el asesinato de María Elena Moyano?
A María Elena Moyano la mataron los integrantes de Sendero Luminoso a sus 33 años. Fue el 15 de febrero de 1992 cuando se ella se encontraba en una pollada organizada por las madres del Vaso de Leche de Villa El Salvador.
Los terroristas aprovecharon la ocasión, hirieron al efectivo policial que la resguardaba, y le dispararon directamente. No contentos con el disparo, colocaron dinamita en su cuerpo y la hicieron explotar. Su ensañamiento fue tan grande que, días después de su entierro, también dinamitaron su tumba.
Sin embargo, nadie puede olvidar la multitudinaria marcha que acompañó el ataúd de María Elena Moyano al cementerio Cristo Salvador, al paso de cánticos y banderas blancas. Hoy en día, “madre coraje” es símbolo de lucha y valentía en la época más nefasta que vivió el Perú.