Metropolitano inaugurará 14 nuevas estaciones
Sociedad

Línea 2: la megaobra que crece debajo de la ciudad

Detalles del proyecto. ¿Cómo se construyen las estaciones del Metro? ¿Es necesario cerrar calles por tanto tiempo? ¿Cuánto se ha avanzado? Aquí lo contamos.

Por: Fernando Leyton

El nuevo cierre de calles en la Carretera Central, acción necesaria para continuar con la construcción de la Línea 2 del Metro de Lima, ha generado un cóctel de reacciones: molestias entre los vecinos, quejas por planes de desvíos, llamados a la paciencia. En parte, ese malestar se alimenta, según las autoridades, porque que los ciudadanos sufren las consecuencias de la restricción sin percibir los avances reales de la megaobra.

“Es uno de los problemas que tenemos en el proyecto”, dijo el miércoles Carlos Ugaz, hasta ese día jefe de la Autoridad Autónoma del Tren Eléctrico (AATE). “Las obras no se ven” porque se hacen bajo tierra.

A 25 metros de la superficie, sin embargo, en varios sectores de la ciudad, ya existen estructuras terminadas que entrarán en funcionamiento en febrero del 2021. Y si gran parte de los trabajos se realizan en el subsuelo, podrían preguntarse algunos ¿por qué cerrar calles enteras por dos años? La respuesta implica resumir complejos procesos de ingeniería, como se expone en la infografía que acompaña este informe.

Avance y método

En sus tres fases constructivas (1A, 1B y 2), la Línea 2 incluye cerca de 80 estructuras, entre estaciones subterráneas, pozos de ventilación, patios talleres y subestaciones eléctricas. Los cerramientos de calles se realizan, sobre todo, para poder construir los dos que se mencionan primero.

En los tramos 1A y parte del 1B, que suman 9 kilómetros, los pozos se implementan como primer elemento porque desde allí ingresan los “carros de avance” que abren los túneles por donde pasará el tren. En los 26 kilómetros restantes se utilizarán las famosas tuneladoras.

Fuera de la técnica de tunelación, el método elegido para edificar las estaciones es conocido como cut and cover (cortar y cubrir). En buena cuenta, consiste en construir una enorme "caja" subterránea de concreto que sirve como estructura base.

La ventaja de ese método es que el tránsito en superficie se suspende solo para construir aquella “caja”. Cuando está lista esa base, las actividades en la superficie se reanudan y los trabajos continúan a unos 25 metros bajo tierra.

De acuerdo con la AATE, en la actualidad existen 15 cerramientos vigentes, uno de ellos en la etapa 2; siete en la etapa 1B –donde se aplican los desvíos más recientes en Ate– y siete más en la etapa 1A, donde las obras civiles de ingeniería ya han sido culminadas.

Esto significa que, a la fecha, debajo del suelo de Lima este (etapa 1A) ya se tienen casi terminadas las estaciones Evitamiento, Santa Anita, Colectora Industrial, Hermilio Valdizán y Mercado de Santa Anita, cada una con sus respectivos pozos de ventilación que funcionarán como salidas de emergencia.

A lo largo del año, en ese sector ya se han reabierto cuatro cerramientos de calles, justamente por encima de donde se construyeron los pozos para las cinco estaciones señaladas. Y aunque en la superficie el tránsito ya se ha restablecido, por debajo se siguen implementando los equipos electromecánicos para la puesta en operación.

Por otro lado, en la zona 1B ya están construidos los pozos de ventilación 24, 25 y 26, los cuales permitirán ejecutar las estaciones Municipalidad de Ate, Prolongación Javier Prado y Vista Alegre, también con el método cut and cover.

La gran congestión

Dentro del último tramo aludido, en los alrededores de la comuna de Ate y el Hospital de Emergencias de Lima Este, desde el 22 de setiembre se aplican nuevas restricciones vehiculares. Según pudo conocer La República, el plan de desvíos sufrirá ajustes para hacerlo más efectivo.

Se ha planteado, por ejemplo, que el tránsito pesado circule exclusivamente por la autopista Ramiro Prialé, decisión que dependerá del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). También se evalúa aplicar horarios ‘pico y placa’.

Las medidas están siendo coordinadas entre el MTC, la AATE y la Municipalidad de Lima. La idea es que, mientras la megaobra crece en el subsuelo, las complicaciones arriba sean un poco más llevaderas.

Expectativa

- Hay fecha. La AATE ha confirmado que en febrero del 2021 empezará a operar el primer tramo de 5 kilómetros de la Línea 2. Los trenes circularán entre el Mercado Santa Anita y la vía de Evitamiento. De acuerdo con el contrato, el pasaje será de 0,75 dólares.

Calles al borde del colapso

- El plan de desvíos en las cercanías de la municipalidad de Ate se suma a la restricción que ya se aplica en el cruce de la Carretera Central con Prolongación Javier Prado. Viajar en auto entre ambos puntos, ubicados a seis cuadras de distancia, puede tomar más de media hora, según comprobó La República. Las vías alternas se encuentran al borde del colapso. Hay preocupación por la dificultad para llegar al Hospital de Emergencias.

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