El nuevo arzobispo de Lima, Carlos Gustavo Castillo, también hizo un llamado para trabajar en contra del feminicidio. ,El último sábado, Carlos Gustavo Castillo asumió el cargo de Arzobispo de Lima, el cual fue designado por el papa Francisco. Durante el discurso que brindó antes de culminar con la ceremonia, él aseguró lo siguiente: “Nunca la Iglesia, menos la jerarquía eclesial, puede ser cómplice de abusos y delitos”. Asimismo, en otro momento reconoció que la Iglesia se encuentra en un momento ‘‘aciago’’ en el cual existen varios signos para no creer en ella. "Tenemos que dar esos signos con transparencia, sin esconder los problemas, enfrentándolos, reconociendo nuestros errores, pecados y hasta delitos, si existen, y enfrentarlos con la justicia y la verdad", afirmó el nuevo arzobispo entre aplausos de las personas que se encontraban presentes. PUEDES VER Carlos Castillo Mattasoglio fue ordenado como el nuevo Arzobispo de Lima [VIDEO] Él también dijo que uno de los desafíos de la Iglesia católica es que esta se abre a la sociedad civil, que diga la verdad del Evangelio con pedagogía, mientras se respete la legítima autonomía del orden temporal. El nuevo arzobispo afirmó que es preciso que la Iglesia se una a las grandes causas que tiene la ciudadana. Esto con sencillez, de manera responsable y alegre, y sin alguna pretensión política. "No prejuzgar y eso requiere una enorme conversión espiritual de todos. Necesitamos callejear, jironear, gastar suelas, acostumbrarnos a caminar y pedalear. Tenemos que hablar el lenguaje de nuestro pueblo, de nuestros jóvenes para saber recoger la experiencia", señaló. PUEDES VER Monseñor Castillo: una vida llena de anécdotas y compromiso con los pobres En otro momento del discurso, Castillo Mattasoglio también pidió a los sacerdotes y obispos no ser como la orquesta de la película ‘Titanic’, lo que quiere decir no hacer nada mientras continuaban tocando y se hundía el barco. Él pidió más bien ‘‘buscar las balsas’’ para que de esta manera se pueda salvar a las personas. Carlos Gustavo Castillo también hizo un llamado para trabajar en contra de la violencia contra la mujer y el feminicidio, el cual ya ha cobrado la vida de más de dos decenas de víctimas en lo que va del año. “Cada lágrima de una mujer provocada por la violencia machista es una espina en el corazón de Cristo”, afirmó.