ROSARIO DE DENUNCIAS. Juan Eudes Olivera Ricalde estaba prófugo de la justicia. Cayó el jueves pasado. Su situación es complicada. Deberá responder por varios delitos que habría cometido cuando ocupó la alcaldía de Vilcabamba en Cusco.,Juan Eudes Olivera Ricalde estuvo fugado de la justicia exactamente dos años. Era buscado para que responda por los presuntos delitos de corrupción que había cometido cuando fue alcalde del distrito de Vilcabamba, La Convención, entre 2011 y 2014. Pasó a la clandestinidad y a la lista de los más buscados (había una recompensa de 20 mil soles) el 17 de mayo de 2016. Aquel día el juez Jimmy Manchego aprobó una orden de prisión preventiva de 18 meses en su contra en una investigación por peculado. Un año después, el Juzgado de La Convención también ordenó su captura por un caso por delitos informáticos. PUEDES VER: En Cusco capturan a prófugo exalcalde de Vilcabamba por corrupción Un ciudadano informó que había visto a Olivera. Entonces, el equipo de la policía fiscal hizo un seguimiento y dio con su paradero. Juan Olivera había alquilado hace unos treinta días una vivienda en el sector Los Andenes de la avenida Collasuyo en el Cercado del Cusco. Vivía con su hermano. La Policía estaba tras sus pasos y un extraño comportamiento del hermano encendió la alerta. El hermano siempre llevaba comida para dos personas. Era extraño que haga eso cuando se supone que vivía solo en el inmueble. Cuando tuvieron la certeza de que allí se escondía el exalcalde vilcabambino, alistaron el operativo, que incluía una orden judicial de descerraje. La captura se dio a las cinco de la tarde del último jueves. Olivera Ricalde debe ser una de las exautoridades más enjuiciadas. El presidente de la Corte Superior, Wilbert Bustamante, confirmó que en trámite, en los juzgados de la Ciudad Imperial, hay 18 procesos. Hay otro grupo que bordearía la docena en el juzgado de La Convención. Casi treinta investigaciones y la mayoría por presuntos delitos de corrupción (peculado, colusión, negociación incompatible, entre otros) y una por lavado de activos proveniente de actos de corrupción en el manejo del presupuesto que manejó siendo alcalde de Vilcabamba. Ese distrito recibía en su gestión un promedio de 80 o 100 millones de soles gracias al canon gasífero. CASO LA CENTRALITA Uno de los casos que arrastra a Olivera Ricalde es el referido a la Centralita de Vilcabamba. En junio de 2014, el entonces fiscal de turno Wilmar Huathua Gamarra y el titular del Segundo Juzgado de Investigación Preparatoria, David Olivera, ingresaron a la vivienda signada con el número 157 de la Av. Martín Pío Concha de la ciudad de Quillabamba, de propiedad de Roger Mellado (exabogado personal de Olivera y exasesor legal de la comuna). Ese inmueble habría sido usado, según la fiscalía, para falsificar documentos y dirigir procesos de licitación por muchos millones. En la “Centralita” hallaron sellos de funcionarios de la comuna de Vilcabamba y documentos que demostrarían que en el lugar se adulteraban y adecuaban papeles de procesos de subasta. El exalcalde también enfrenta una investigación por haber dispuesto el retiro de bienes y documentos de la comuna vilcabambina. El investigador ordenó el traslado de documentos ediles contables y otros referidos a licitaciones. También mesas, sillas y hasta un escritorio de la parroquia Don Bosco que se hallaba en el local municipal. Por este caso estuvo con prisión preventiva durante dos meses, entre el 22 de diciembre de 2014 y 22 de febrero de 2015. Salió libre tras cumplir la orden judicial y se sentía vencedor. No se imaginaba que iba a volver a la sombra un par de años después.