Política

Congresistas en discordancia tras respaldo de la OEA a Castillo para activar Carta Democrática

Ideas contrarias. Pese a que la visita de la comisión de la OEA ya es un hecho, el Congreso no termina por ponerse de acuerdo respecto al recibimiento de esta organización internacional.

Luego de que la Organización de Estados Americanos (OEA) resolviera enviar una delegación al Perú con motivo de la activación de la carta democrática a pedido del presidente Pedro Castillo, el Congreso ha entrado en un debate entre recibir a dicha misión en busca de establecer puentes de diálogo o desautorizar al organismo internacional.

Pese a que el presidente del Legislativo, José Williams, se ha pronunciado favorablemente ante esta visita, las discrepancias son palpables, incluso desde la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso.

La congresista Silvana Robles, de Perú Libre, perteneciente a dicho grupo de trabajo, señala que es una medida adecuada, pues “la misión que vendrá al Perú responde al pedido del presidente Castillo de activación de la Carta Democrática Interamericana, que es un mecanismo totalmente legítimo, al ser el Perú un Estado miembro de la OEA”.

“Da pena y vergüenza la reacción de la oposición en el Congreso y los sectores de ultraderecha, que en un inicio tocaron las puertas de esta instancia internacional para alegar un inexistente fraude, y ahora solicitan que no se intervenga en nuestros asuntos internos. Como todos sabemos, la misión vendrá y escuchará a todos los actores políticos, sin excepción, y elaborará un informe con recomendaciones”, explicó la legisladora a este medio.

En ese sentido, señaló que esperaba que “todos los actores políticos actúen con la seriedad que esto amerita”, tras recordar que no se pueden “realizar interpretaciones antojadizas de la Constitución”.

Mientras tanto, el congresista Juan Carlos Lizarzaburu, de Fuerza Popular, precisó una situación opuesta, al señalar que “la OEA no pincha ni corta en las decisiones del Congreso del Perú y en las decisiones de la Fiscalía de la Nación”. Lizarzaburu aseveró que esta organización internacional está suscrita con “el Foro de Sao Paulo y al Grupo de Puebla”, por lo que no considera que se deberían dar peso a estas designaciones.

“La opinión que tenga la OEA da igual, acá estamos trabajando por el país, acá no hay ningún tipo de ensañamiento, hay un presidente con siete acusaciones fiscales, con más de 70 ministros, con una podredumbre y un pus de corrupción en el Palacio de Gobierno, y es algo que nosotros como peruanos patriotas no vamos a permitir”, declaró el congresista fujimorista.

Sin embargo, esta no parece ser una opinión compartida por su compañera de bancada, Patricia Juárez, quien consideró que la visita del organismo internacional sí corresponde a un “mecanismo democrático, el cual se ha establecido” y que debe ser respetado.

Juárez señaló también que esta visita debe usarse para exponer los motivos por los que “de 70 ministros de este Gobierno, se han interpelado a 25 y censurado a cinco, de los cuales dos de ellos están en las investigaciones de la Fiscalía de la Nación”

“Queremos que venga la misión, queremos escuchar y dar los argumentos que se tienen (...) porque no nos hemos apartado de la Constitución para la toma de decisiones tanto en procedimientos de control político como en el procedimiento del Legislativo”, precisó, no sin antes incidir en que es importante el proceso de rendición de cuentas del Gobierno de Pedro Castillo ante un escenario de acusaciones constitucionales.

Otra congresista que también tomó una posición fue Susel Paredes, de la bancada de Integridad y Desarrollo, pero su intervención estuvo más centrada en el despliegue del Congreso en los últimos meses, pues recordó que su institución “también tiene graves problemas: un denunciado por violación, otro sentenciado prófugo de la justicia, seis investigados por crimen organizado”.

Paredes recordó que, si bien “el Poder Judicial es autónomo, la Fiscalía de la Nación está haciendo su trabajo, y el Congreso no está impidiendo eso”, antes de que el presidente estuviera implicado en un hecho criminal, fue la oposición la que llegó a tocar la puerta de la OEA “denunciando la existencia de un supuesto fraude”. “Ni siquiera había llegado Castillo al poder y ya estaban el almirante Montoya y Nano Guerra García reclamando que había fraude”. Por ello, pidió seriedad para la próxima visita de dicha organización.

“Nada nos va a sacar de esta crisis si primero no ponemos por delante el Perú, dejando que la Fiscalía y el Poder Judicial avancen en las investigaciones por los delitos que son imputados al presidente de la República y su entorno”, concluyó.

La próxima visita de esta misión llegaría en un momento en el que ni siquiera el Legislativo termina por adoptar una posición clara respecto a las investigaciones contra Pedro Castillo. Aunque la principal preocupación no se pierde de vista, la crisis política y la situación de incertidumbre colma al país.