Liz Meléndez: “Hay que darle una salida ciudadana a la crisis política”
Entrevista a Liz Meléndez, Directora del Centro de la Mujer Flora Tristán que integra la Coalición Ciudadana, reflexiona sobre el adelanto de elecciones, la crisis política y la mujer peruana. “También hay un cansancio en las defensoras del derecho de las mujeres, porque en tiempo de crisis esos derechos y de las diversidades son más atacados”, indica.
— La Coalición Ciudadana, que integra el centro Flora Tristán, habla de recuperar la política.
Creo que debemos recuperar la política en términos éticos, de pensar la política como una dimensión transformadora con ética. Lo que compartimos los diferentes sectores que están en la Coalición es la indignación ante la corrupción y la falta de valores democráticos. Compartimos mínimos democráticos, cierta mirada de que la transición democrática quedó trunca. Y la crisis de no haber consolidado la democracia la estamos viviendo ahora. También hay una claridad de que el Gobierno de Castillo pasó el tiempo de prueba, es un gobierno con evidencias de corrupción, donde no hay posibilidad de diálogo o de transformación.
— Y al frente está el Congreso.
Que es parte de la crisis. Cuando se habla de adelanto de elecciones no es a secas, sino adelanto de elecciones generales. Hay que ver qué salida vamos a dar. Esto tiene que ir trabajándose con las organizaciones. Hay una convicción de que la salida no viene por el lado de lo político, que los actores políticos están viciados, contaminados con la corrupción y más bien hay que dar una salida ciudadana a la crisis política.
— La crisis es muy grande.
Es una Coalición que está pensando un paquete de reformas políticas que tiene que ver con cómo se consolida la democracia. Este es uno de los pocos esfuerzos desde la sociedad civil que se está dando de la manera más articulada entre diferentes sectores. No es que estén solo las feministas o las organizaciones de derechos humanos. Hay una pluralidad. Es más, podemos tener diferentes lecturas del momento político, pero en lo que coincidimos es que hay una erosión de la democracia.
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— En este año de Castillo y del Congreso ha habido protagonistas mujeres con un rol también discutible, ¿no es así?
Creemos en la participación política paritaria. Creemos que los derechos políticos deben ser garantizados independientemente de las preferencias de las candidatas o autoridades. También creemos que no solamente son necesarias las mujeres en la política, sino mujeres con convicción democrática, que tengan internalizado el enfoque de igualdad de género y el pensamiento crítico... Pero los derechos políticos son para todas. No podemos cuestionar la participación política de las mujeres por sus preferencias o su ideología, porque la participación política de los hombres nunca se ha cuestionado. Hay libertad de opinión, de pensamiento, eso aplica para mujeres y hombres. Yo no puedo compartir y de hecho no comparto con las mujeres que están hoy en los espacios de poder sus preferencias, sus valores democráticos, hay otras con las que sí —muy pocas en este momento—, pero eso no me lleva a negar o restringir derechos políticos.
Sociedad civil y diferentes organizaciones defienden la educación con enfoque de género. Foto: La República
— ¿Cómo avizora la relación Gobierno-Congreso que viene?
Creo que hay un gran hartazgo de la ciudadanía. Hemos estado en momentos de mucha indignación, social, política, y ahora estamos en un momento no sé si de resignación o hartazgo. No terminamos de salir de esta crisis durante todo este tiempo, desde el 2016... También hay un cansancio en las defensoras del derecho de las mujeres, porque en tiempo de crisis esos derechos y de las diversidades son más atacados. Pero ese cansancio no nos debe inmovilizar. Además, está la pandemia, la guerra, la inflación golpeando a la ciudadanía, más preocupada por lo cotidiano, lo inmediato, por sus necesidades, frente a los actores políticos que no terminan de pelear y desmantelar el Estado.
— La crisis golpea mucho a los hogares, a las mujeres...
Directamente afecta a las mujeres, que ven reducidas las posibilidades de alimentar y educar a sus hijos, que se ven complicadas con el transporte…. Es en lo cotidiano que está la preocupación mientras los políticos están de espaldas al país. Cada uno queriendo salvar su propio feudo, con misoginia, con corrupción.
— ¿Otro gabinete y Mesa Directiva es oportunidad de cambio?
No puede haber una oportunidad de cambio frente a un gobierno viciado. No podría saludar ningún tipo de gabinete en estos momentos porque implica saludar a un gobierno deslegitimado por las acusaciones de corrupción, por el desinterés frente al bienestar social y de las mujeres. Hay bastantes indicios de que hay un Gobierno y un Congreso corruptos.
— Y no hay movilización.
Creo que hay un momento de hartazgo que está bloqueando la indignación. Hay un momento de preocuparse por lo más inmediato, los precios, los salarios que no suben, por un Estado que no responde a la educación, a la salud, cierto no es de ahora, pero eso no le quita responsabilidad al Gobierno. Debemos seguir con el esfuerzo de juntar a diversos sectores.