Política

Edison Lanza: “Ahora, la democracia necesita que los gobiernos informen con total transparencia”

Entrevista al relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

edison lanza
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Edison Lanza, relator especial para la libertad de expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, responde sobre los desafíos que enfrentan los medios de comunicación y los periodistas en la actual crisis por la pandemia. Señala que los Estados, incluso, deberían evaluar la posibilidad de implementar ayudas neutrales.

Con la pandemia, los medios generan mucha audiencia, sobre todo, en internet. Es una paradoja: la gente está encerrada y, a la vez, hiperconectada.

Ante la necesidad de recibir información sobre la pandemia, el futuro de la economía y de la propia civilización, las personas están muy conectadas a internet y recurren a las fuentes más fidedignas que, se comprueba, son los medios de comunicación profesionales.

Y otra paradoja: los medios tienen mucha audiencia, pero enfrentan grandes problemas económicos.

El rubro publicidad es uno de los primeros que sufre cuando hay recesión. Añadiría que, quizás, hay otros cambios que llegaron para quedarse, como la sustitución del formato papel, algo que venía siendo gradual y que por la necesidad del aislamiento…

¿Se apuró?

Exacto, fue abrupto. La gente no está saliendo, no se transporta. Eso ha hecho casi desaparecer la venta del papel, lo que tiene doble dimensión: la venta de los ejemplares impresos y (la caída) de los anuncios.

Los ingresos en general han caído.

Ojalá que sea coyuntural. Evidentemente, es justo en el momento de mayor audiencia que los medios no están pudiendo recibir ingresos. Todos tenemos que actuar con responsabilidad, las empresas también y, en tiempos de normalidad, muchas veces se abandona a los formatos tradicionales para ir detrás del clic fácil asociado a la desinformación o al entretenimiento que aporta poco. Creo, por eso, que este es un llamado de atención, porque es un error de los anunciantes solo buscar esos valores.

¿Cree que el papel del periodismo se está revalorizando en esta coyuntura?

Exacto. El periodismo profesional está demostrando que su labor es chequear información, contextualizarla y dársela a la gente en un formato accesible. Y que otras herramientas, como las redes sociales por sí mismas, no cumplen con esa función. Por otro lado, hay algo complejo, que es la explosión de desinformación deliberada. Por eso, creo que buena parte de la gente se ha dado cuenta de que, para hallar cosas razonablemente veraces, debe recurrir a los medios tradicionales.

Dijo que los Estados deberían implementar ayudas a los medios. ¿A qué se refiere?

Cuando esto empezó, todos decían que las empresas podrían aguantar dos semanas, pero si va a durar dos o tres meses…

En el mejor de los casos.

Algunos hablan de hasta seis meses. Entonces, los Estados deben pensar en que la información es un bien público fundamental en este momento y que los medios tradicionales están demostrando que son la vía por la cual la gente accede a ella. Por eso, digo, debería establecerse una ayuda que no sea discriminatoria por línea editorial, porque está la tentación…

¿De favorecer a los cercanos?

O de desfavorecer a los que critican al gobierno.

¿Se refiere a una ayuda económica?

Puede ser. O una exoneración de impuestos durante un lapso, o un fondo de emergencia. Puede haber varias fórmulas. Otra es el acceso a seguros de desempleo parcial para permitir que los periodistas sigan trabajando desde sus casas a medio tiempo. En fin, se trata de ser creativos, dependiendo de las herramientas disponibles.

¿Le preocupa que varios medios deban cerrar después de todo esto?

Sí. De hecho estamos viendo que en muchos países se está enviando a decenas o centenas de periodistas rumbo al desempleo. Se están reduciendo las plazas, se apuran planes para cerrar las ediciones en papel y, también, hay un tema que preocupa: los medios locales.

Que son más frágiles.

Más vulnerables que los medios nacionales. Todos conocemos la realidad del continente, y en nuestros países hay programas de radio que son muy importantes para la gente que vive en ciudades más pequeñas, por ejemplo, y que son conducidos por periodistas freelance que alquilan espacios en radios y buscan publicidad para mantenerse. En esos casos, la cadena de pago está rota. Vamos a perder muchas fuentes informativas y diversidad.

¿Cómo deben los gobiernos informar sobre la pandemia?

Un desafío pasa por generar información precisa y completa. Muchos gobiernos están comunicando a través de notas de prensa, que son versiones…

Oficiales, de parte.

Así es, que muchas veces omiten datos. Ahora, la democracia necesita que los Gobiernos informen con total transparencia a la población sobre las cifras de personas testeadas, contagiadas, en cuidados intensivos o que, lamentablemente, han fallecido. Y se debe conocer cómo se gastan los fondos públicos…

Para atender a la emergencia social.

Eso es crítico y no alcanza con las conferencias ni los comunicados. Están bien las conferencias, pero deben reunir ciertos requisitos, porque hay denuncias de que se hacen sin posibilidad de preguntar.