Política

Vicente Zeballos Salinas: “Hay fuerzas políticas que se han acentuado para un refresco democrático del Congreso”

Entrevista al presidente del Consejo de Ministros. Exministro de Justicia y Derechos Humanos. Excongresista. Exalcalde de Mariscal Nieto (Moquegua). Abogado con estudios en las universidades Garcilaso de la Vega y Complutense de Madrid.

Evaluación y proyección. Zeballos tiene mirada positiva del 2019, pero espera un nuevo año sin tantas complicaciones y con mejoras en el Parlamento. (Foto: A. Mejía)
Evaluación y proyección. Zeballos tiene mirada positiva del 2019, pero espera un nuevo año sin tantas complicaciones y con mejoras en el Parlamento. (Foto: A. Mejía)

El primer ministro, Vicente Zeballos, hace un balance del año y adelanta perspectivas para el 2020. Espera un Congreso con fuerzas políticas que permitan un trabajo más constructivo con el Ejecutivo, con un repliegue del fujimorismo. Además, delinea algunos cambios que se alistan ante la reciente tragedia de dos jóvenes trabajadores.

¿Qué cambios se harán a propósito de lo ocurrido en el McDonald’s de Pueblo Libre?

Revisamos la Sunafil. Tiene limitación logística: no está en todas las regiones ni tiene los supervisores que requiere. Se impulsa una propuesta sobre responsabilidad penal y administrativa de las empresas. Están sujetas a sanción de 45 UIT, pero van al Estado, a la familia no. Otra iniciativa es que al día siguiente de empezar a trabajar se cuente con seguro de vida. Es un paliativo pero daremos una respuesta integral. Debe aprobarse en Consejo de Ministros.

¿Por qué no se actuó antes?

Se trabajaba en instancias técnicas. Se ha acelerado. También tienen rol los municipios. Como Estado, debemos reaccionar todos. Hemos tenido un marco normativo muy restrictivo y con entrampamientos.

¿Expulsar a McDonald’s del Perú es una opción?

La norma no lo prevé, pero es una variable que se evalúa, sobre todo la suspensión. No quisiera adelantar opinión.

¿Cómo va el plan de productividad y competitividad?

Tuvo objeciones de gremios sindicales. Hay algo macro pero no se malentienda como actitud de menoscabar algún derecho laboral o sindical. Eso, por este Gobierno, no pasa.

¿No se reducirán las vacaciones y prorrateará la CTS?

Está en unas premisas, pero hablamos de un plan. Para cobrar obligatoriedad tiene que plasmarse. En el Gobierno no hemos profundizado estas decisiones. Si se percibe que incidiría en merma de derechos individuales laborales, esto no será impulsado desde el Gobierno.

¿No le parece evidente?

Sí, por eso el Gobierno no tiene esa perspectiva.

¿Cuál es su balance anual?

Positivo. Pese a lo del 30 de setiembre, la dinámica del país ha continuado y estamos en un proceso electoral. Es un cierre de año bastante auspicioso.

¿Debió evitarse la disolución del Congreso?

Creo que era inevitable. Las circunstancias llevaban a mayor contraste. El presidente había planteado un adelanto de elecciones, pero hubo terquedad del Congreso. El Ejecutivo se vio obligado a esta decisión.

Vizcarra cae en las encuestas y antes subía tras confrontar al Congreso. ¿Qué opina?

Supera el 50% y en 20 meses tiene una percepción expectante. Este Gobierno no entró a administrar el status quo sino a trabajar por el país. Hemos dado medidas importantes sobre medicamentos genéricos, aseguramiento universal... Estamos marcando una posición.

¿Qué más han hecho en estos meses sin Congreso?

Había que transmitir tranquilidad. Teníamos conflictos sociales y redoblamos esfuerzos. Nos cogió el cierre presupuestal y enfatizamos el gasto público. Revisamos la reconstrucción e integramos al grupo de los Panamericanos. Buscamos convertirlo en ente ejecutor y coger metodologías que aplicaron los Panamericanos.

¿Este nuevo año se cumple, por fin, la reconstrucción?

Sí, estamos en reconstrucción. Seguirá la construcción.

¿Qué ha hecho el Gobierno en lucha anticorrupción más allá de respaldar a la Fiscalía?

Hay un acompañamiento político que lidera el presidente. Hicimos propuestas fundamentales: las reformas política y judicial. Ha habido un impacto positivo en la ciudadanía, que viene siendo agente dinámico.

¿Cuál es la situación de Edmer Trujillo en el gabinete?

Si la Fiscalía abre investigación, deberá allanarse. Los ministros obedecemos a una confianza que debemos tributar y a una permanente evaluación.

¿Los cuestionamientos han remecido esta confianza?

Está en el cargo y goza de la confianza. Sin embargo, todos los ministros estamos en la disposición y una provisionalidad.

El TC puede hacer del cierre del Congreso un búmeran contra el Gobierno. ¿Qué opina?

La resolución que admite la demanda da un mensaje positivo: que lo que resuelva no afecta el proceso electoral. El escenario nuestro es optimista.

¿No están preparados para un fallo adverso desde el TC?

No es eso. Estamos convencidos de nuestros argumentos.

Se vislumbra un Congreso con importante presencia de Fuerza Popular y Acción Popular, que tampoco fue muy afín al Ejecutivo. ¿Cómo lo toma?

El proceso electoral está bastante frío. Apelamos a la decisión soberana de los electores. Entendemos que los ciudadanos sabrán responder para una renovación y un Parlamento comprometido con el país.

¿No temen la vacancia presidencial, que ya se anuncia?

Sí, unos candidatos enfatizan eso. Con suma de votos puede cobrar operatividad. Quienes estén en el escenario futuro deberán contrastar ese tipo de medidas con lo que quiere el país: reforzar su democracia.

¿Qué alistan para el 2020?

Es muy expectante. Está la reconstrucción y un decreto que dará más eficacia al plan de infraestructura. Hay 25 proyectos con expediente técnico y 24 en cierre. Y los gobernadores y alcaldes ya podrán sacar proyectos que tendrán un impacto.

¿Las prioridades?

De orden social. El primer trimestre debemos definir la remuneración mínima vital, trabajamos un marco normativo para hacerla predictiva y un eje temático sobre pensiones.

¿Se recupera la economía?

Sí. El MEF ha dado 4 %.

Keiko hace una pausa política. ¿Eso dará aire al Gobierno?

Hay fuerzas políticas que se han acentuado: Acción Popular, Partido Morado... Ya no es solo la solidez de Keiko. Es un refresco del Parlamento, con disposición democrática constructiva, no solo oposición visceral, sin renunciar a una fiscalización.