Pedidos (indignados) de Navidad
“Que los trabajadores recuperen derechos que tenían hace cincuenta años, se puedan asociar, hacer huelga y no trabajen 12 o 14 horas”.
Asumiendo que nuestro Señor nos ama, pero tomando en cuenta que no ha acabado en siglos con la esclavitud, servidumbre, trata de personas, pagadas de piso o “colaboraciones”, asumamos que lo suyo no es la debida diligencia. Mas, ganados por el espíritu navideño, le trasladamos unos modestísimos pedidos.
• Que los gobernantes fortalezcan el Estado y vele por los que no tienen poder. Que dejen de lado ese dogma egoísta del Estado pequeño con que lo chantajean los mercantilistas.
• Que a los empresarios los aggiornen para que al menos sean capitalistas del siglo XXI y no personajes de la acumulación originaria del XIX.
• Que los trabajadores recuperen derechos que tenían hace cincuenta años, se puedan asociar, hacer huelga y no trabajen 12 o 14 horas.
• Que los explotados no mueran quemados, electrocutados, asfixiados o aplastados por cubrir cuotas o temer ser sustituidos por el siguiente pobre diablo en la fila.
• Que tras las muertes se sancione. Que un crimen por el crecimiento o el emprendedurismo se empiece a llamar así.
• Que las palabras explotación, usura, plusvalía, enajenación y distribución vuelvan a usarse porque dicen cosas reales. Que se quiebren décadas de censura del lenguaje.
• Que el costo del “progreso” no sea hacer papilla miles de cuerpos que además deben estar orgullosos de formar parte de la hazaña del crecimiento.
Una mujer cansada lo expresó bien, hace poco nomás: “Ya no tengo paciencia para aguantar todo esto”. Toma nota, por favor. Te lo pedimos Señor.