Transición: otra oportunidad
“El grupo de poder de Fujimori incluía políticos autoritarios, élite económica mercantilista, grandes medios de comunicación y fuerzas armadas”.
Solemos señalar que el Perú pasó por una transición luego de la renuncia de Fujimori el 2000. Esta habría durado quizá meses (gobierno de Paniagua) o años (los primeros de Toledo). Luego de lo cual habría llegado la democracia consolidada.
A vista de lo sufrido 20 años, creo que fuimos superficiales en nuestro análisis. El grupo de poder de Fujimori incluía políticos autoritarios, élite económica mercantilista, grandes medios de comunicación y fuerzas armadas.
Su proyecto de país era uno sin regulaciones institucionales o morales; libre de obstáculos normativos o subjetivos para la acción individual “emprendedora”; una nueva legitimidad para la explotación de sujetos y territorios dada por el crecimiento; y la clausura de valores colectivos para referirse a lo público.
Esto generó un pacto cínico de coexistencia más que de convivencia, y una democracia relativista que podía invocarse como simulacro o procedimiento táctico, pero que suspendía su contenido humanista, su relación con los derechos y con la ampliación del bienestar y las libertades.
Así quedaron habilitadas formas de gestión egoístas, que premian la depredación, la viveza inescrupulosa, que toleran o necesitan la corrupción, que capitalizan las redes del crimen y el tráfico porque producen efectos de poder y económicos.
Quizá lo que inició el 2000 fue una etapa aggiornada del viejo proyecto. Y lo que acabamos de vivir, un nuevo episodio de la resistencia contra su total predominio. En todo caso, es una oportunidad.