Alianzas con radicales dan fuerza al fujimorismo
Nexos. Según analistas, desde la campaña del 2016, Fuerza Popular utiliza a estas facciones para enfrentar al Ejecutivo. Y la razón de la elección de Olaechea como titular del Congreso es para que sea un puente entre religiosos y empresarios.
Por: Diego Quispe Sanchez
Un tuit del movimiento Con Mis Hijos No Te Metas (CMHNTM) el miércoles 28 confirmó la asistencia, a una de sus reuniones, del presidente del Congreso, Pedro Olaechea, las titulares de las comisiones de Constitución, Rosa Bartra, y de Educación, Tamar Arimborgo, así como de la nueva vocera de Fuerza Popular (FP), Milagros Salazar.
Fue un “diálogo entre defensores de la vida humana y la familia”, informó CMHNTM.
Los cargos ocupados en esta legislatura por los cuatro congresistas entusiastas participantes de ese diálogo son un gesto evidente, según el investigador de DESCO, Eduardo Ballón, de que “la apuesta del fujimorismo es el enfrentamiento contra el Ejecutivo, la creación de filas con los sectores conservadores y el reforzar lazos con el empresariado”.
Bartra y Salazar están en contra del adelanto de elecciones. Arimborgo rechaza el enfoque de género y Olaechea tiene el respaldo de la Confiep. Eso juega en pared con la oposición de FP a la suspensión del proyecto Tía María.
Coaliciones políticas
El pacto suscrito por Keiko Fujimori y el pastor de la Coordinadora Cívica Cristiana Pro Valores, Alberto Santana, el 7 de mayo del 2016 contra la unión civil permitió vislumbrar esta coalición. En su campaña del 2011, la líder de FP también se había aliado con el fundador del Movimiento Misionero Mundial, Rodolfo Gonzales.
Fujimori, Santana y Gonzales son conservadores y anti enfoque de género. En diferentes casos, los tres son investigados por lavado de activos.
El analista político Jeffrey Radzinsky recuerda que en la década de los 90, Alberto Fujimori recibió el respaldo de grupos evangélicos para llegar a la presidencia. La hija del exdictador aplicó la misma estrategia.
Esta coalición entre congresistas naranjas y radicales religiosos confrontó desde el inicio del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski a las políticas de enfoque de género del Minedu.
Y eso –más acusaciones de presunta corrupción en el Minedu, que hasta hoy siguen irresueltas– le costó a la gestión de PPK la censura del exministro de Educación Jaime Saavedra.
“El fujimorismo carece de ideología”, sostuvo Radzinsky y, por ende, FP no diferencia derecha e izquierda.
En agosto del 2017, los congresistas Héctor Becerril y Eduardo Vergara apoyaron al Conare Sute, dirigido por Pedro Castillo Terrones, vinculado al Movadef. El Conare demanda la derogatoria de la ley de reforma magisterial y el cambio del currículo escolar. La paralización ocasionó que el Pleno censure a la exministra de Educación Marilú Martens y provocó la primera cuestión de confianza en la gestión de Kuczysnki. Al final, el Parlamento rechazó la moción y cayó el gabinete de Fernando Zavala.
Las alianzas de FP, enfatizó Ballón, demuestran que la bancada naranja es “una agrupación pragmática, y eso los lleva a unirse con sectores con posiciones contradictorias”.
El sector más atacado por el fujimorismo y sus aliados fue Educación. En julio del 2018, la actual presidenta de la Comisión de Educación comparó los textos escolares del Minedu “con un pescado podrido”. Y en enero presentó el proyecto de ley 3795 para retirar el enfoque de género.
Ballón enfatizó que Fuerza Popular apunta a consolidar la alianza con Con Mis Hijos No Te Metas porque “les permite sacar gente a la calle”. A eso se suma el acercamiento con Acción Republicana, de Julio Rosas, el Apra y su reconciliación con Cambio 21.
Un elemento reciente es el movimiento ‘La Resistencia’, liderado por Juan Muñico Gonzales, alias “Jota Maelo”, quien admira a Vladimiro Montesinos y simpatiza con Bartra. La actual presidenta de la Comisión de Constitución asistió a eventos de este grupo. “Me encanta ser parte de ‘La Resistencia’”, expresó Bartra el 15 de julio.
‘La Resistencia’ ataca a la prensa crítica del fujimorismo, insulta al Equipo Especial Lava Jato y al igual que el Conare Sute y los radicales religiosos está en contra del enfoque de género.
Para Radzinsky, lo único que ocasionaron estas alianzas a Fuerza Popular es que han “minado su capital político”. Agregó que, para convivir políticamente con ellos y llegar a consensos, se “requiere liderazgos identificados”. Algo que el fujimorismo, agregó, no ha construido.
Eso se reflejó en la reunión del 5 de agosto con el premier Salvador del Solar por el adelanto de elecciones, FP apeló a sus congresistas experimentados, Luz Salgado y Carlos Tubino. Pero el resultado fue el mismo: no se llegó a ningún acuerdo por la propuesta del Ejecutivo.
Eduardo Ballón, investigador de DESCO:
“El fujimorismo es una agrupación pragmática y eso los ha llevado a unirse a sectores con posiciones contradictorias. Buscaron golpear al Minedu por el enfoque de igualdad de oportunidades”.
Jeffrey Radzinsky, analista político:
“Definitivamente, el ala conservadora del fujimorismo es más fuerte. Y eso lo confirma sus alianzas desde las elecciones del 2016. Pero minaron su capital político. No lograron consolidarse”.
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