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Política

Fantasía de reemplazo

“Para Fuerza Popular la mejor estrategia probablemente sea arrastrar los pies para remitir el adelanto electoral hacia las calendas griegas”.

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La pregunta en la encuesta Ipsos sobre si Martín Vizcarra debe ser vacado es una extraña pregunta. Es cierto que es un tema que flota en el ambiente, pero no hay la remota posibilidad de que los promotores de la idea convenzan a dos tercios del Congreso. En principio se trata por el momento, a pesar de su tono dramático, de una remota posibilidad política.

Quizás el sentido de la pregunta es precisamente medir esa posibilidad: 69% está en contra, 27% a favor. En votos parlamentarios los inclinados a vacar posiblemente serían más, pero de ninguna manera los suficientes. Entonces agitar el tema sirve sobre todo para contrapesar la popularidad del adelanto electoral que hace cola en el Congreso: 72% de los interrogados.

Detrás de la propuesta de vacancia hay varios sueños de poder. Uno de ellos es que Mercedes Aráoz lo reemplace (aunque ella dice que en un caso así renunciaría) y gobierne en armonía con Fuerza Popular. Para ella representaría el batacazo de ser la primera presidenta en nuestra historia. Pero con serio riesgo de ser luego vacada ella misma.

Pero el sueño de Aráoz presidenta es un mito. No se sabe de dónde ha salido la capacidad armónica que se le atribuye. La vicepresidenta más bien se ha mantenido distanciada de FP a lo largo de su carrera. Quizás en esto se le ha confundido con Pedro Olaechea, otro posible beneficiario de una vacancia, que sí ha sido buen amigo del fujimorismo desde hace un par de decenios.

Cabe hacer notar que no es en FP donde suenan las voces vacadoras, sino en parte de la bancada aprista. Para FP la mejor estrategia sería, y probablemente sea, arrastrar los pies para remitir el adelanto electoral hacia las calendas griegas. Agitar el cuco de la vacancia solo precipitaría las cosas, con riesgo de un agravamiento de su crisis.

Lo que está hoy en juego entre los apristas es la pugna por la secretaría general a decidirse en el congreso partidario de octubre próximo, y para algunos el salto a la candidatura presidencial. Para esto los aspirantes han escogido diversos caballitos de batalla, y la vacancia de Vizcarra ciertamente es uno de ellos.