césar azabache. Exprocurador."El Ministerio Público debe estar en posición de ganar los casos que deba ganar. No debe dañar las investigaciones". ,El exprocurador César Azabache responde en la siguiente entrevista sobre el avance de las investigaciones del caso Lava Jato y da su opinión acerca de lo que puede esperarse de los próximos interrogatorios en Brasil. “Lo importante no son las declaraciones, sino la evidencia”. Además, considera que se justifica el retorno de Alberto Fujimori a prisión. ¿La filtración del acuerdo con Odebrecht busca tumbarlo? Si la intención era tumbar el acuerdo, la puntería fue muy mala. En una negociación de este tipo hay dos componentes muy importantes: uno, los términos del acuerdo en función de la reparación y, el otro, es el paquete de evidencias que el solicitante de un beneficio ofrece a la Fiscalía. Lo decisivo es ese paquete de evidencias, que la Fiscalía ya debe conocer. Y deben ser secretas. Así es, son secretas. Porque el solicitante tiene derecho a retirarlas si el acuerdo no se firma y, en ese caso, no podrían ser utilizadas por las autoridades. Por eso, la parte cuya publicidad puede traerse abajo el acuerdo es la de las evidencias, no la parte introductoria. Fuera de que no haya sido una estrategia efectiva, el deseo era tirarse abajo el acuerdo. Con una estrategia torpe. PUEDES VER Procuraduría calculó reparación civil de Odebrecht en base a Ley 30737 De lo que se ha conocido, ¿le parece un acuerdo lesivo? No se puede medir su utilidad sino hasta que se conozcan las evidencias liberadas. Se lo consulto porque un sector interesado insiste en que las condiciones son desfavorables, que se exige poco dinero y que Odebrecht solo reconoce delitos en cuatro obras. Pero ese es otro error. Para empezar, no es el primer acuerdo, sino que es el tercero. El primero se firmó en enero de 2017 en la época de Hamilton Castro, que contemplaba el pago de 8 millones de dólares… Poco dinero. Poquísimo. Pero liberó la evidencia con la que empezó el caso del metro de Lima. Y el segundo acuerdo fue el caso de Áncash, que supuso un pago de 20 millones de dólares. ¿Odebrecht va a reconocer más obras involucradas? Yo creo que es muy probable. En las confesiones de Washington del 2016, Odebrecht reconocía 29 millones de dólares en sobornos, pero no estaba Áncash, por ejemplo. Este no es el primer acuerdo ni tiene por qué ser el último. ¿No le parece que hay mucha expectativa con las declaraciones de febrero y marzo? Sí… ¿Eso es bueno? La expectativa es natural, pero, creo, está desenfocada. Lo importante no son las declaraciones sino la evidencia. Porque lo que se dice hay que probarlo. De acuerdo. Lo que entra en juicio no es la declaración sino la evidencia. La llave de los acuerdos son correos, hojas de cálculo, registros en general. Ahora, el centro de nuestra atención debería estar enfocado hacia los juicios que se están retrasando. ¿Qué juicios le preocupan? Todos. En un caso que se basa sobre confesiones, como este, la velocidad del sistema debería ser mayor. La Fiscalía dijo que en marzo se presentarán las acusaciones de los casos Humala-Heredia y Villarán. PUEDES VER Bartra arremete contra fiscales: "Dependen de las declaraciones de brasileños" ¿Qué caso es el que acusa un mayor retraso? En acopio de evidencias, el del metro de Lima, y sin embargo ha empezado a cobrar velocidad. Tendría que ponerse al día a partir de este acuerdo. El fujimorismo y el aprismo dicen que se pone todo el esfuerzo en los casos que los involucran y no en otros. ¿Le parece una crítica válida? No, no es válida. El 2017 se debatió sobre la prisión preventiva de Humala y Heredia. Y estuvieron presos. Estuvieron presos, diez meses. Por eso no tiene sentido esa crítica. Es cierto que la Fiscalía ha demostrado en su desempeño curvas de comportamiento y, en este último periodo, el protagonismo se lo ha llevado Keiko Fujimori. Y la puesta al día del caso del metro de Lima puso los reflectores sobre el caso de García… Bueno, García se puso el reflector solito con lo del asilo. Claro, por supuesto. Pero la Fiscalía ya estaba negociando la colaboración de Cuba y ahora se está yendo a Andorra. Lo que pasa es que nuestras expectativas, que deberían concentrarse en juicios, se han trasladado a las audiencias de prisión preventiva, minijuicios con condenas provisionales. ¿Qué piensa del caso del juez Concepción Carhuancho? Es un tema sensible. Se ha convertido en un emblema, pero, posiblemente, él mismo reconozca que no debió declarar como ciudadano cuando es un magistrado. Pudo evitarse. ¿Cree que se perjudicarán las investigaciones? No. El Ministerio Público debe estar en posición de ganar los casos que deba ganar. No debe dañar las investigaciones. ¿Se están cometiendo excesos en los procesos? Yo participo en el de Milagros Maraví (esposa de Augusto Bedoya Cámere) donde creo que se ha transgredido algún límite. Que se presente un caso fuerte contra una persona no justifica que los cargos se trasladen al cónyuge o familia. ¿Se han cometido excesos con las prisiones preventivas? La Fiscalía debe tener derecho a asegurar la concurrencia de alguien a juicio pero, a cambio de eso, el plazo para la acusación debe ser claro. No hay sentido en que la Fiscalía anuncie que tiene un caso casi completo y no presente acusación, para volver sobre el tema Humala-Heredia. Sin el Tribunal Constitucional seguirían detenidos sin estar acusados. ¿Hay que revisar las reglas de la prisión preventiva? Hay que entrar en una discusión franca de sus reglas. Ha venido a ocupar un espacio en un sistema que no logra llegar a acusaciones rápidas. Ni siquiera rápidas, ¿no? Ni siquiera rápidas, acusaciones y punto. ¿Le preocupa que los fiscales Vela y Pérez hayan asumido un alto nivel de protagonismo? No, para nada. Quien debe mantenerse al margen del espacio de las comunicaciones es el juez. Los fiscales, en cambio, tienen una responsabilidad muy grande en comunicar lo que están haciendo. La actividad del Ministerio Público es de parte. Usted formó parte del equipo que llevó las investigaciones post Alberto Fujimori. ¿Qué piensa de su reciente vuelta a prisión? Es doloroso para sus familiares, pero también lo es para los familiares de las víctimas. Esta vuelta a prisión no cierra el círculo de las deudas pendientes morales. Solo se ha restaurado la situación inicial, de donde no debió salirse, por cierto. ¿Diría que se justifica su retorno al penal? Sí, se justifica. Fue una decisión tomada por un tribunal, ponderando elementos razonables. Ese indulto reavivó heridas que no terminaron de cerrar. Lo más doloroso de todo fue que se optó por ese indulto sin haberse recibido a las víctimas.