EMERGENCIA. Concejo Municipal de Espinar declaró en emergencia el abastecimiento de ese servicio porque recurso está contaminado con más de 23 metales pesados.,La población de la provincia cusqueña de Espinar consume agua con arsénico, hierro, manganeso, aluminio y otros metales pesados por encima de los estándares permitidos. Un estudio de la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), a solicitud de la Dirección Regional de Salud, detectó la presencia de esos metales en el servicio de agua de esa localidad. No obstante, ese informe no determina cuál es la fuente de la contaminación del agua que beben los espinarenses. Días atrás, el Concejo Municipal de Espinar, con base en esos resultados del sector salud, aprobó declarar en emergencia el abastecimiento y consumo de agua. “Declarar en situación de emergencia el sistema de abastecimiento de agua potable por presencia de metales pesados en el agua potable de la ciudad de Yauri-Espinar por 180 días calendario”, se lee en el Acuerdo Municipal N.º 02-2019. PUEDES VER: En Cusco, club de la Construcción hizo cobros millonarios La medida se convierte en el punto de partida para impulsar un proyecto que mejore la dotación del líquido a las familias de Espinar. El alcalde espinarense, Lolo Arenas Armendáriz, explicó que la medida se adoptó para evitar que la gente siga consumiendo el recurso contaminado. “La gente merece respeto y, por eso, hemos visto por conveniente declarar en emergencia el abastecimiento de agua en la provincia”, dijo. Arenas Armendáriz agregó que, con ese documento, exigirán al gobierno regional, el Ejecutivo nacional y la minera Glencore Antapaccay que aporten con dinero para un proyecto integral, el cual los dote de agua potable. Sostuvo que es lo menos que pueden hacer esos tres sectores, que reciben ganancias por la explotación de minerales en Espinar desde hace más de tres décadas. “Si no nos hacen caso, yo mismo, como autoridad, tendría que impulsar una medida de fuerza. No es posible que, después de 34 años de explotación minera, sigamos tomando agua contaminada. Esta vez vamos a ser exigentes, porque el Estado y la minera tienen que matricularse”, señaló. Arenas, además, acusó a la minería de provocar la contaminación de las fuentes de agua y, por ende, consideró que las empresas dedicadas a esa actividad deben contribuir económicamente a resolver el problema: “Si ellos se creen buenos vecinos, tienen que aportar una contrapartida para solucionar el tema del agua”.