¿TERCERA ES LA VENCIDA? Voceros de la compañía de capitales mexicanos consideran que el proyecto ya llegó a su etapa de maduración. Veremos qué dicen los agricultores del valle de Tambo que se oponen a la actividad minera.,La compañía Southern Perú no se da por vencida con Tía María, el proyecto minero que prevé explotar dos tajos de cobre en el desierto de Arequipa. Sus voceros confían que el gobierno les expedirá la autorización para construir la mina antes de que culmine el primer semestre de este año. PUEDES VER Tía María: Pepe Julio y Jesús Gómez, juzgados primero por extorsión a Southern El proyecto, cuya inversión asciende a mil 400 millones de dólares, está entrampado hace siete años por el rechazo de los agricultores de Islay, que arguyen que la actividad minera contaminará sus campos. El conflicto alcanzó sus picos más potentes en 2011 y 2015 con muertes y millonarias pérdidas económicas. ¿De qué depende la aprobación de este último requisito? No solo está en manos del Ministerio de Energía y Minas. También está supeditado a una decisión del Poder Judicial. Hasta los tribunales acudió la minera Vania para hacer valer derechos sobre 50 hectáreas en Pampa Cachendo, en donde Southern planificó montar su campamento. Hay una suerte de superposición. La minera de capitales mexicanos quiere evitar el entrampamiento y reubicará su campamento algunos metros más y así salir del área en controversia. Carlos Aranda, gerente de Relacionamiento Social del proyecto Tía María, señaló que el traslado parcial no es significativo y tampoco obligará a modificar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA); el área de reubicación fue estudiada por Southern. Esencialmente, se elaborará un instrumento sustentatorio que se presentará ante Senace del Ministerio del Ambiente. Raúl Jacob Ruisánchez, responsable de Relacionamiento Social del proyecto, sostiene que es el momento ideal para iniciarlo. La empresa tiene los recursos para hacerlo. Southern debe culminar en junio la ampliación de la mina Toquepala, en la sierra de Tacna. Lo ideal sería, dice Jacob, empalmar con Tía María. Eso daría continuidad a la mano de obra y proveedores de maquinaria. CONFLICTO SOCIAL El proyecto fue paralizado en 2015 por las protestas. Meses después, Southern replanteó su relacionamiento con el valle de Tambo. Asumió la responsabilidad Jacob Ruisánchez, hombre fuerte de las finanzas de la compañía. Salud y educación Después de más de un año y medio de trabajo, Jacob sostiene que las relaciones con la comunidad mejoraron. Con el programa Valle Unido, afirma, se hizo un enorme esfuerzo para despejar los temores de los agricultores. Aunque el escepticismo persiste en algunos, Jacob afirma que el proyecto aplicará tecnología de punta para reducir el impacto ambiental. Sobre el programa de responsabilidad social, la minera tiene dos brazos: salud y educación. En el primer caso, se firmó un convenio para ampliar la atención en los centros de salud de Cocachacra, Punta de Bombón y Deán Valdivia. La minera financia a los médicos contratados. Lo ideal es que esos centros atiendan las 24 horas. Por otro lado, la minera también culminó los estudios para construir un centro de salud en Cocachacra en donde se pueda atender hasta partos. En educación, dijo, se pondrá en marcha varios programas destinados a elevar el nivel de los escolares. Por ejemplo, con el Instituto Apoyo se reforzará la capacitación en matemáticas en nueve escuelas de primaria de los distritos del valle. En secundaria se trabajará en liderazgo y a los egresados de secundaria se les preparará en soldadura, electricidad, albañilería, etc.; adiestramiento técnico que les podría servir para laborar en Tía María. Para Jacob, se pretende aplicar la filosofía del valor compartido. “Queremos ser un agente de cambio en la zona”. Por ejemplo, dijo, hay un tejido empresarial con capacidad de dar servicios a la minera. Eso en el Perú no ocurría antes. Recordó que cuando se inauguró la mina Toquepala en 1960 esa opción era muy limitada. En cambio, ahora sí. ¿No temen que el proyecto vuelva a estancarse por la debilidad de un gobierno que al dar el permiso se ganaría un conflicto? Jacob responde que el ADN del minero es la persistencia. Dijo que Southern está en el Perú en una visión de largo plazo.