El presidente norteamericano, Barack Obama continuó el sábado sus consultas sobre la crisis en Ucrania y telefoneó personalmente a cada uno de los íderes de las tres potencias de Europa y las naciones bálticas. Según informó la Casa Blanca, los líderes de los países coincidieron en que Rusia debe retirar sus fuerzas militares de la península de Crimea, permitir el acceso a observadores internacionales y de derechos humano. Obama conversó con el primer ministro británico David Cameron, el primer ministro italiano Matteo Renzi y el presidente francés Francois Hollande. En la conferencia telefónica con los presidentes de Letonia, Lituania y Estonia, Obama reafirmó "el firme compromiso" de Estados Unidos con sus acuerdos de defensa colectiva y "el respaldo imperecedero a la seguridad y la democracia de nuestros aliados del Báltico". Obama vio con buenos ojos la posición unificada de Estados Unidos y la Unión Europea sobre la intervención rusa en Ucrania, incluido el Consejo Europeo, formado por líderes de la UE.