Mundo

Enfermero mató a 2 pacientes para tener turno tranquilo y fue condenado a cadena perpetua

Mario G. atentó contra otros 6 internados. La justicia alemana maneja la hipótesis de que consumía alcohol en demasía.

Instantánea referencial del área de recuperación de un hospital. Foto: Archivo LR
Instantánea referencial del área de recuperación de un hospital. Foto: Archivo LR

En Alemania, el pasado lunes 15 de mayo la audiencia provincial de Múnich decidió la cadena perpetua del enfermero Mario G. (26) por el asesinato de dos pacientes (de 80 y 87 años) e intento de homicidio contra otros seis en el 2020. En el juicio, el sentenciado aceptó haber inoculado sedantes a los enfermos de un hospital para estar apacible en sus turnos.

La justicia europea le siguió el rastro y, al parecer, el criminal era conocido por su viciosa vida nocturna. También se advirtió una alta ingesta de alcohol.

No habría importado que Mario G. consiguiera trabajo en un nosocomio de Múnich. Siguió con su estilo de vida, así que llegó en más de una ocasión ebrio a su centro de labores. Solo así se explicaría su molestia cuando los pacientes requerían de auxilio en la sala de recuperación, adoloridos por sus padecimientos.

"Como estaba borracho, solo tenía una opción: hacerlos callar", contó el ahora condenado durante la audencia, según pudo replicar el semanario Der Spiegel.

Dentro de los seis civiles que Mario G. intentó asesinar estuvo el poeta y ensayista Hans Magnus Enzensberger, uno de los máximos referentes de la Alemania posguerra. Fue por su emblemático caso que un auxiliar de enfermería comenzó las indagaciones de los decesos y llegó a una presunción: en todos los casos, Mario G. fue enfermero o guardia de la jornada.

El hospital analizó la sangre de los muertos y descubrió la inyección de cocteles (sedantes, adrenalina o anticoagulantes) aplicados sin receta médica.

Con información de EFE.