Este país de Sudamérica se alista para una posible Tercera Guerra Mundial con una arma clave: preocupa a EE. UU. y otras naciones
El desarrollo de esta arma estratégica convierte a este país en una fuerza sin igual en América Latina y despierta alertas en EE. UU. y otras potencias.
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En un contexto de tensiones bélicas crecientes y temores de una Tercera Guerra Mundial, Brasil emerge como el único país de América Latina que incorpora un arma que inquieta a las potencias: el submarino nuclear. Este avance tecnológico-militar posiciona a Brasil entre unas de las pocas naciones con capacidad para operar submarinos de propulsión nuclear.
El proyecto incluye la construcción de cuatro submarinos convencionales de clase Scorpene, y la ejecución de la primera arma de propulsión nuclear denominada SN Álvaro Alberto (SN-10). La construcción está situada en el astillero Itaguaí Construções Navais (ICN), en Río de Janeiro, Brasil.
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El submarino nuclear "SN Álvaro Alberto (SN-10)", el único de Latinoamérica
El desarrollo y construcción de esta arma está dentro del Programa de Desarrollo de Submarinos (PROSUB), que incluye la construcción de cuatro submarinos convencionales de clase Scorpene. Además, del peculiar y único submarino de propulsión nuclear, de nombre SN Álvaro Alberto (SN-10), en honor al vicealmirante pionero de energía nuclear en Brasil. La construcción se realiza en Río de Janeiro, con el apoyo tecnológico y trasferencia de conocimiento de Francia.
El SN Álvaro Alberto, tendrá un desplazamiento cercano a 7.000 toneladas, con 100 metros de eslora y 9.8 metros de manga. Su diseño monocasco integra tecnología de última generación, incluyendo un reactor nuclear de fabricación nacional capaz de generar cerca de 64.000 caballos de potencia. Esta capacidad le permite alcanzar velocidades de hasta 25 nudos bajo el agua y operar a profundidades de hasta 350 metros. Estará equipado con seis tubos lanzatorpedos de 533 milímetros y contará con una tripulación de aproximadamente 100 personas.

Maqueta del Submarino SN Álvaro Alberto (SN-10). Foto: El Cronista
Brasil y su proyección geopolítica y militar
El submarino nuclear se empezó a construir formalmente en 2023 con el corte de acero para su etapa experimental del casco resistente. En 2024, inició la fabricación de la sección que albergaría la plata nuclear, la más compleja del caso. Asimismo, se desarrolló el prototipo del reactor naval en tierra, en el laboratorio de Generación de Energía Nuclear, y su entrega prevista es para 2025.
Se estima que el lanzamiento oficial al agua del submarino sea entre 2029 y 2030, y su entrada en servicio operativo entre 2032 y 2035. No obstante, el cronograma ha sufrido retrasos debido a fallas técnicas y financieros, pero sigue en marcha y Brasil continua en su ambición por ser el primero y único en América Latina en tener un submarino nuclear.
La razón del porqué SN-10 es un arma temida
Los submarinos nucleares son considerados plataformas de combate altamente estratégicas por varias razones. Gracias a su propulsión nuclear, pueden permanecer sumergidos durante largos períodos sin necesidad de salir a la superficie para recargar baterías, lo que los hace prácticamente indetectables. Esta capacidad les permite patrullar vastas extensiones oceánicas con una autonomía casi ilimitada. Además, están equipados para transportar misiles de largo alcance, ya sean balísticos o de crucero, que pueden ser lanzados desde ubicaciones secretas.
La incorporación de un submarino nuclear tiene el potencial de alterar el equilibrio de poder naval en una región, al proyectar fuerza y control sobre rutas marítimas estratégicas. Para las potencias mundiales, la entrada de Brasil en este exclusivo grupo de países con capacidad nuclear submarina representa un desafío a la hegemonía tradicional en el Atlántico Sur. Este avance podría transformar la dinámica geopolítica global, especialmente considerando que Brasil no posee armas nucleares, lo que marca un precedente inédito en el escenario internacional.
















