Muere Tatiana Schlossberg, nieta de John F. Kennedy, un mes después de confesar que padecía cáncer terminal
La enfermedad de Tatiana Schlossberg fue detectada tras el nacimiento de su hija menor y enfrentó tratamientos intensivos, incluyendo quimioterapia y trasplantes de médula.
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Tatiana Schlossberg, nieta del expresidente de Estados Unidos John F. Kennedy, murió este martes a los 35 años, informó su familia a través de redes sociales. En noviembre pasado, ella había confesado públicamente que enfrentaba un cáncer en etapa terminal y que los médicos le habían advertido que podría vivir aproximadamente un año.
Schlossberg era periodista especializada en asuntos medioambientales y madre de dos hijos. En una columna publicada en 'The New Yorker', reveló que padecía una forma particularmente agresiva de leucemia. En ese mismo texto, expresó una dura crítica a las políticas de salud impulsadas por su primo, el secretario de Salud de Estados Unidos Robert F. Kennedy Jr.
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Así fue que descubrieron que Tatiana Schlossberg
La enfermedad de Tatiana Schlossberg fue detectada de manera inesperada en mayo del año pasado, cuando dio a luz a su hija menor. Durante los controles posteriores al parto, un análisis de sangre reveló que sus glóbulos blancos presentaban niveles inusualmente elevados, una señal que encendió las alertas médicas.
Desde entonces, ella relató con detalle el duro camino de tratamientos que afrontó en su intento por recuperarse. Se sometió tanto a terapias convencionales como a procedimientos experimentales, entre ellos dos trasplantes de células madre de la médula ósea, extensos ciclos de quimioterapia y sesiones de inmunoterapia.
Schlossberg también contó los efectos físicos y emocionales que le dejó ese proceso, así como el apoyo que recibió de médicos, enfermeras y de su entorno más cercano. En ese acompañamiento fue clave su hermano Jack Schlossberg, quien recientemente anunció su postulación a un escaño en el Congreso de Estados Unidos. Tatiana era hija del artista Edwin Schlossberg y de la diplomática Caroline Kennedy, primogénita del expresidente estadounidense John F. Kennedy.
Cuestionó las polìticas sanitarias de su primo Robert
Periodista dedicada a temas medioambientales y madre de dos niños, Tatiana expresó duras críticas a las políticas de salud promovidas por su primo, Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Advirtió que esas decisiones podrían tener consecuencias negativas para personas con cáncer, como ella misma.
"A medida que pasaba más y más tiempo de mi vida bajo el cuidado de médicos, enfermeras e investigadores que se esforzaban por mejorar la vida de los demás, vi cómo Bobby recortaba casi 500 millones de dólares para la investigación de vacunas de ARNm, una tecnología que podría utilizarse contra ciertos tipos de cáncer", escribió en un ensayo.
Por otra parte, en sus reflexiones personales, Schlossberg confesó el miedo que la acompañaba al pensar que sus hijos crecieran sin recordarla. Habló del dolor y la sensación de haber sido traicionada por no poder seguir adelante con la vida plena que compartía junto a su esposo, George Moran. "Durante toda mi vida, he intentado ser buena, ser una buena estudiante, y proteger a mi madre y no hacerla enojar ni enfadar nunca", escribió.
La 'maldición' de los Kennedy
La partida de Tatiana Schlossberg vuelve a traer a la memoria la larga cadena de pérdidas que, a lo largo de décadas, ha marcado a la familia Kennedy. La 'maldición' de esta familia inició en 1941, cuando Rosemary, la tercera hija del clan, fue sometida a una lobotomía a los 23 años. La intervención no salió como se esperaba y la dejó sin la capacidad de caminar ni de hablar, cambiando su vida para siempre.
Años después, en 1944, la tragedia volvió a golpear con la muerte de Joe Jr., el hijo mayor de la familia. Tenía 29 años y participaba en una misión secreta durante la Segunda Guerra Mundial cuando el avión en el que viajaba explotó en pleno vuelo. El destino fue igual de cruel en 1948. Kathleen Kennedy, la segunda de las hermanas, perdió la vida en un accidente aéreo cuando se dirigía al sur de Francia. En ese mismo siniestro murió también su pareja, el conde William Wentworth.
La herida más profunda llegó el 22 de noviembre de 1963. Ese día, el asesinato del presidente John F. Kennedy no solo devastó a su familia, sino que conmocionó a todo Estados Unidos y al mundo entero. Fue abatido en Dallas mientras recorría la ciudad en un automóvil descapotable junto a su esposa, Jackie, en una escena que quedó grabada para siempre en la historia.





















