El piloto británico que desafió a la muerte: voló colgado del parabrisas a 8.000 metros y sobrevivió
Una falla aérea en pleno vuelo ‘British Airways 5390’ casi termina en tragedia en Inglaterra. Hoy por hoy, la historia aún estremece a la aviación comercial en todo el mundo.
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El domingo 10 de junio de 1990, el vuelo British Airways 5390 partió desde Birmingham (Inglaterra) hasta Málaga (España) con 81 personas a bordo. Ningún integrante de la tripulación, ni los más experimentados, previeron que, momentos después, ese trayecto se convertiría en una de las hazañas más impactantes de la aviación comercial moderna.
A solo 13 minutos del despegue y con el avión a casi 8.000 metros de altitud, un estruendo sacudió la cabina; el parabrisas del piloto se desprendió violentamente del lado izquierdo. La descompresión fue inmediata. El capitán Tim Lancaster, con más de 11.000 horas de vuelo, salió despedido del asiento y quedó colgado fuera de la aeronave, con medio cuerpo en el vacío, apenas sostenido por las piernas.
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El momento del accidente: una escena salida de una película
El auxiliar de vuelo Nigel Ogden fue el primero en reaccionar. Se lanzó hacia el comandante y lo sostuvo por la cintura, luchando contra vientos de más de 600 km/h, la fuerte presión y el caos en la cabina. “Todo estaba siendo succionado. Vi sus piernas agitándose, su cara golpeando el marco de la ventana, sangraba por la nariz y la cabeza”, recordaría años después para The Sydney Morning Herald
Mientras tanto, el copiloto Alistair Atchison, con una actitud serena, tomó el control, descendió el avión y coordinó un aterrizaje de emergencia en Southampton. Durante casi 20 minutos, Lancaster permaneció colgado en el exterior del avión, expuesto al frío extremo y con riesgo real de salir disparado y golpear las turbinas.
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La historia del capitán Tim Lancaster en la aviación
Cuando por fin tocaron tierra, los equipos de emergencia encontraron al piloto con vida. Inconsciente, con fracturas, lesiones faciales y síntomas de congelación, pero con signos vitales. Ogden, el auxiliar que evitó su muerte, sufrió dislocación de hombro e hipotermia. El resto de la tripulación y los pasajeros resultaron ilesos.
El capitán Tim Lancaster, volvió a volar a penas cinco meses después del accidente aéreo. Continuó su carrera en la aviación hasta 2008, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y determinación para las demás generaciones de pilotos.
Las causas de la falla en British Airways y nuevos protocolos de seguridad
La investigación oficial reveló un error de mantenimiento humano. Apenas 24 horas antes del vuelo, el parabrisas fue reemplazado con tornillos del tamaño incorrecto, demasiado pequeños. El fallo no fue detectado a tiempo y el panel cedió ante la presión en pleno vuelo.
El informe final no solo atribuyó el incidente a una cadena de errores técnicos, sino que también obligó a revisar los protocolos de seguridad, capacitación y supervisión técnica de British Airways y otras aerolíneas. El caso tuvo un fuerte impacto en la industria.
El recordatorio de los pasajeros del vuelo British Airways 5390
Más de tres décadas después, el vuelo British Airways 5390 sigue siendo recordado como una lección de humanidad, profesionalismo y supervivencia. Los pasajeros nunca olvidaron lo que vieron ese día. Uno de ellos relató: “Vi un cuerpo colgando de la ventana”, mientras que otro dijo “pensé que nos íbamos a morir y comencé a rezar” para Press Association.
A pesar del tenso momento que las personas tuvieron que vivir dentro del avión, lograron vivir para contar sus experiencias del accidente. Así como también, compartir relatos de cómo fue posible que un piloto logre sobrevivir ante un hecho potencialmente mortal.





















