Lula da Silva arremete contra Donald Trump por la amenaza arancelaria de Estados Unidos: "Es un chantaje inaceptable"
Lula reafirmó la soberanía brasileña, denunciando cualquier intento de presión extranjera como un "grave ataque" a la autonomía nacional.
- Lula responde a amenazas arancelarias de Trump y asegura que "no fue elegido para ser emperador del mundo"
- No hay registros de un "acuerdo comercial de 20 años" entre Brasil y China tras el aumento arancelario de Donald Trump

En su mensaje a la nación este jueves 17 de julio, el presidente de Brasil, Lula da Silva, denunció la postura del gobierno estadounidense y calificó de “chantaje inaceptable” la carta que recibió de Donald Trump, en la cual anunció un arancel del 50% a los productos brasileños. El mandatario brasileño expresó su indignación por lo que considera una ofensiva diplomática y política sin fundamento alguno.
Lula subrayó que su administración mantuvo más de diez reuniones formales con autoridades norteamericanas y envió comunicaciones el pasado 16 de mayo, que no fueron respondidas. En lugar de una respuesta diplomática, el gobierno brasileño recibió una misiva que, según Lula, contenía amenazas a las instituciones nacionales y afirmaciones falsas sobre el comercio entre ambos países.
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Lula defiende la soberanía brasileña ante presiones extranjeras
Durante su mensaje, el presidente brasileño reiteró su respaldo al poder judicial y denunció cualquier intento de presión extranjera como un “grave ataque a la soberanía nacional”. Señaló que el sistema de justicia en Brasil actúa con independencia y respeto al debido proceso legal. Lula reafirmó que el país mantiene los principios de la presunción de inocencia, el derecho a la contradicción y la plena defensa, pilares fundamentales del orden jurídico nacional.
Las tensiones diplomáticas se intensificaron a raíz de la investigación del Supremo Tribunal Federal (STF) contra el expresidente brasileño Jair Bolsonaro por su participación en el intento de golpe de Estado del 8 de enero.
Trump, en su carta, vinculó sin evidencias el arancel al supuesto accionar de Brasil contra las elecciones libres y una supuesta vulneración a la libertad de expresión de ciudadanos estadounidenses. Lula rechazó estas afirmaciones por carecer de pruebas y tildó de "ataques insidiosos" los señalamientos del mandatario estadounidense.
Críticas a políticos brasileños por respaldar las medidas de Trump
Lula Da Silva también dirigió sus críticas a ciertos políticos brasileños que, según él, han respaldado las acciones de Trump. Sin nombrar a nadie en particular, el presidente los calificó como “verdaderos traidores a la patria” y los acusó de actuar en contra del interés nacional. Según Lula, estas figuras apuestan por el caos económico y social con tal de debilitar al actual gobierno.
Entre los nombres que han surgido está el del diputado federal Eduardo Bolsonaro, quien mantiene vínculos con la administración Trump y reside actualmente en Estados Unidos.
Desde marzo, Eduardo tomó licencia como legislador y ha defendido las medidas adoptadas por Trump, argumentando que son una reacción a lo que considera abusos del Supremo Tribunal Federal y una ruptura con los “valores del mundo libre”. El diputado también enfrenta una investigación de la Policía Federal brasileña por sus actividades en territorio estadounidense.
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Tensiones comerciales y ataques al sistema de pagos de Brasil
En medio del conflicto diplomático, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos justificó el aumento de aranceles citando preocupaciones sobre los “servicios de comercio digital y pago electrónico” en Brasil. Este argumento ha sido interpretado como un nuevo ataque al Pix, el sistema de transferencias electrónicas brasileño que se ha consolidado como un patrimonio tecnológico del país.
Lula calificó estos señalamientos como infundados y los enmarcó dentro de una estrategia más amplia para desestabilizar la economía nacional. Defendió el Pix como una herramienta segura y eficiente que ha democratizado el acceso a los sistemas de pago en todo el territorio. Afirmó que atacar esta infraestructura tecnológica constituye una agresión directa al bienestar de millones de brasileños y a la soberanía digital del país.























