Madre de niña de 4 años 'secuestrada por su padre' denuncia que ya la prometieron en matrimonio en Egipto: "Van a casarla"
Desaparecida desde 2022, la menor fue trasladada a Egipto por su padre, con orden de alejamiento por violencia de género, y ahora sería obligada a casarse siendo menor de edad.
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La pequeña, de cuatro años, fue presuntamente secuestrada por su padre biológico en 2022 y trasladada a Egipto, donde ha sido prometida en matrimonio. La madre, Alba Rodríguez, denuncia que la niña fue sacada del país sin consentimiento válido, a pesar de que el agresor tenía una orden de alejamiento por violencia de género y portaba una pulsera electrónica.
El caso ha sido asumido por SOS Desaparecidos, que pide a las autoridades españolas y egipcias una acción urgente. “Van a casarla con un niño de nueve años cuando él cumpla los 15”, alerta Joaquín Amills, presidente de la organización. La menor figura en las alertas internacionales de Interpol como desaparecida.
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Una cadena de violencia y omisiones judiciales
Ahmed, el padre biológico de la menor, fue detenido en 2021 tras agredir brutalmente a Alba en su domicilio en Torrejón de Ardoz. Fue un vecino quien llamó a la Guardia Civil al escuchar los gritos. Los agentes encontraron a Alba fuera de la casa, tirada en el suelo, y al agresor dentro con la niña. “Antes de perder a mi hija, quemaré la casa con ellas dentro”, dijo entonces el hombre.
Desde ese momento, la justicia le impuso una orden de alejamiento y una pulsera telemática. Pese a esta medida, en julio de 2022, Ahmed viajó con la menor a Egipto tras convencer a Alba de que su madre estaba moribunda y quería conocer a su nieta. La joven madre, que tenía 22 años, cedió y firmó una autorización con el compromiso de que la niña regresaría en septiembre. El vuelo salió el 25 de julio.
Ahmed no estaba registrado como padre en el certificado de nacimiento de la pequeña. Se negó a figurar por motivos religiosos y presión familiar. Por eso, la organización SOS Desaparecidos insiste: “Esto no es una sustracción parental, es un secuestro. No tenía ningún derecho legal sobre la menor”.
Agresiones, amenazas y silencio institucional
En diciembre de 2023, Alba viajó a Egipto al conocer el paradero de su hija. Logró verla brevemente y grabar un video donde la niña, al escuchar que su madre se iba, negó con la cabeza y señaló el suelo, pidiéndole que se quedara. Luego, según denuncia Alba, su expareja la golpeó y amenazó de muerte. La mujer presentó denuncia ante la policía egipcia y pidió apoyo al consulado español, pero no obtuvo protección.
“Ese hombre no es el padre legal. Nadie ha actuado con la urgencia que esta situación requiere”, declaró Amills. El 29 de diciembre, personal de la embajada española la escoltó hasta la puerta de embarque del aeropuerto de El Cairo por temor a nuevas agresiones.
SOS Desaparecidos ha denunciado que Alba ha sido agredida en dos ocasiones tras hablar públicamente del caso. Por eso, ahora se niega a conceder entrevistas. A través de redes sociales de la asociación expresa su desesperación: “No tengo noticias reales sobre mi hija desde hace más de dos años y medio”.
Una menor en riesgo y un agresor con antecedentes
Además de la violencia familiar, Ahmed tiene antecedentes penales. “Es un delincuente violento. Le encontraron armas en una caravana en Madrid. Tiene un juicio pendiente por el que podría enfrentar muchos años de cárcel”, indica Amills. Según la organización, su hermano, aún residente en España, fue cómplice del secuestro y facilitó la salida del país.
Ahmed logró volar a Egipto con su hija aún portando la pulsera electrónica. Una vez en suelo egipcio, se deshizo del dispositivo. La niña, que ahora tiene cuatro años, ha sido prometida en matrimonio a un niño de nueve, según confirmó SOS Desaparecidos. El enlace se concretaría cuando él cumpla 15 años, una práctica no permitida en España y que vulnera los derechos de la infancia.
La fotografía de la menor está en las bases de Interpol como alerta de persona desaparecida. Sin embargo, no se han producido avances tangibles para su recuperación. La madre, por su parte, continúa apelando a la solidaridad ciudadana y a la responsabilidad institucional para evitar que la niña sea forzada a casarse siendo menor de edad.


























