Albert R. Ramdin asume como nuevo Secretario General de la OEA en reemplazo de Luis Almagro
Albert R. Ramdin asumió como nuevo secretario general de la OEA, priorizando la situación en Haití y buscando recuperar el prestigio del organismo continental.
- Corea del Norte envió soldados y millones de misiles a Rusia para atacar ciudades ucranianas, revela informe ONU
- Elon Musk tras su ruptura con Trump: habría consumido éxtasis y hongos durante campaña presidencial, asegura New York Times

El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), con sede en Washington, fue escenario de la ceremonia de asunción de Albert R. Ramdin como nuevo secretario general del organismo. Elegido por aclamación el pasado 10 de marzo, Ramdin se convierte en el primer representante de un país caribeño en ocupar este cargo, sucediendo al uruguayo Luis Almagro tras una gestión marcada por divisiones internas y crisis regionales.
En su discurso inaugural, el diplomático de Surinam subrayó que “la democracia, los derechos humanos, la seguridad y el desarrollo no pueden ser conceptos pasivos”. Ramdin alertó sobre los desafíos “sin precedentes” que enfrenta el hemisferio y propuso relanzar el Grupo de Amigos de Haití como una medida concreta para abordar la situación crítica del país caribeño. Su enfoque incluye además reforzar los vínculos con organismos como CARICOM y la ONU.
TE RECOMENDAMOS
MÁS PERUANOS CONTRA FUJIMORI: LO QUE SE LE VIENE A KEIKO | LA VERDAD A FONDO CON PEDRO SALINAS
Haití y Venezuela en la agenda inmediata
Albert Ramdin declaró que Haití será una de sus prioridades desde el primer día de gestión. “En ningún lugar del continente están más amenazados la democracia, el Estado de derecho, la seguridad, los derechos humanos y el desarrollo que en Haití”, afirmó ante los representantes permanentes en la capital estadounidense.
El secretario general anunció que trabajará en una plataforma de coordinación internacional mediante el relanzamiento del Grupo de Amigos de Haití, con el objetivo de canalizar apoyo humanitario y político. Ramdin también mencionó que la situación en Venezuela será objeto de seguimiento por parte de la OEA, enfatizando que el organismo debe mantenerse vigilante en países donde habrá elecciones próximamente.
Entre sus líneas de acción, propuso:
- Enfoque orientado a resultados ante crisis políticas.
- Reforzamiento de la cooperación regional con CARICOM.
- Seguimiento cercano a procesos electorales en América Latina.
- Apoyo a mecanismos de diálogo en escenarios de conflicto, como el de Venezuela.
PUEDES VER:
Un liderazgo caribeño con respaldo latinoamericano
Ramdin, de 67 años, es una figura reconocida en la diplomacia regional. Exministro de Relaciones Exteriores de Surinam y exsubsecretario general de la misma OEA, su candidatura recibió un impulso decisivo tras el retiro del canciller paraguayo Rubén Ramírez Lezcano. Aunque no contó con el apoyo tácito del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, logró posicionarse gracias al respaldo de países como Brasil, Colombia, Chile, México, Uruguay y la comunidad de naciones del Caribe.
El nuevo secretario general ha sido considerado un perfil dialoguista, contrario al estilo más frontal de su antecesor. En febrero, cuando aún ejercía como canciller, recibió al ministro venezolano Yván Gil para fortalecer vínculos bilaterales. Durante la presentación de su candidatura, sostuvo que la única salida a la crisis venezolana es “mediante el diálogo”.
Esta posición, aunque resistida por sectores conservadores dentro de la OEA, fue vista como un intento de recuperar el rol mediador del organismo. En palabras de Ramdin: “Debemos reimaginar el propósito original de esta organización y restaurar el prestigio que alguna vez tuvo”.
PUEDES VER: Trump acusa a China de romper el acuerdo de aranceles con Estados Unidos y pone en duda la tregua comercial

Washington, China y el equilibrio geopolítico
La elección de Albert Ramdin marca un nuevo capítulo para la OEA, históricamente influenciada por Estados Unidos desde su fundación en 1948. En este contexto, la llegada de un secretario general procedente de un país con lazos con China no pasó desapercibida. Algunos sectores conservadores expresaron preocupación por la creciente influencia de Pekín en la región y sus implicancias en la diplomacia continental.
No obstante, la ausencia de una candidatura respaldada formalmente por la administración estadounidense actual fue clave para allanar el camino de Ramdin al cargo. En su discurso, el surinamés evitó confrontaciones y apostó por el consenso, señalando que la OEA “no puede ser irrelevante ni ineficaz” en el nuevo orden mundial.
Desde Washington, el nuevo liderazgo plantea desafíos para el equilibrio regional, al tiempo que busca una renovación institucional profunda. Las dificultades presupuestarias y las divisiones internas sobre temas como Nicaragua, Cuba o Venezuela seguirán siendo temas delicados para el organismo.























