La mayor obra de ingeniería del mundo está en China: distribuye agua por 4.300 km y costó US$70 mil millones
El gigantesco trasvase de agua Sur-Norte busca mitigar la crisis hídrica en China, pero expertos advierten sobre el impacto ecológico, el cambio climático y el desplazamiento de comunidades enteras.
- La ruta de las armas de EE.UU. a Haití que alimenta a las bandas criminales y goza del silencio de Donald Trump
- Estados Unidos renueva alerta e insta a sus compatriotas a abandonar "inmediatamente Venezuela"

China completó una de las infraestructuras más ambiciosas de su historia: el proyecto de transferencia de agua Sur-Norte, una red de canales de 4.300 kilómetros de longitud diseñada para redirigir agua desde las regiones húmedas del sur hacia las zonas áridas del norte. Iniciado en 2002 y con una inversión estimada en US$70 mil millones, este megaproyecto hídrico busca resolver que el 20% de la población vive con apenas el 6% de los recursos hídricos del país.
A la fecha, el sistema ha trasladado más de 68.000 millones de metros cúbicos de agua, lo cual ha beneficiado a más de 176 millones de personas, según datos oficiales. Aunque es considerado una solución estratégica frente a la escasez de agua en China, también genera controversias por sus impactos ecológicos, sociales y políticos.
TE RECOMENDAMOS
MÁS PERUANOS CONTRA FUJIMORI: LO QUE SE LE VIENE A KEIKO | LA VERDAD A FONDO CON PEDRO SALINAS
China ejecuta la mayor obra hidráulica para combatir la sequía en el norte del país
El proyecto de transferencia de agua Sur-Norte se articula en tres rutas principales. La ruta central, la más avanzada, traslada agua desde el embalse de Danjiangkou, en el río Han, hacia ciudades clave como Pekín y Tianjin, que atraviesa provincias como Henan y Hebei. Este tramo, de 1.264 km, utiliza un sistema de presas que permite el flujo por gravedad.
La ruta oriental, aun en proceso de ampliación, se apoya en el histórico Gran Canal y extrae agua del río Yangtsé, impulsada por 20 estaciones de bombeo a lo largo de 1.100 km. En tanto, la ruta occidental, aún no iniciada, prevé canalizar agua desde zonas cercanas a la meseta tibetana, una región estratégica por ser la fuente de ríos que también abastecen a países como Camboya y Vietnam, lo que ha generado tensiones geopolíticas.
El precio oculto del megaproyecto hídrico: millones desplazados y ecosistemas alterados
Uno de los principales efectos colaterales ha sido el desplazamiento social en China. La construcción de la ruta central obligó a la reubicación de más de 330.000 personas, muchas de las cuales ya habían sido desplazadas por la presa de las Tres Gargantas. Estas comunidades enfrentan ahora dificultades económicas y escaso apoyo estatal, según reportes de ONG.
El impacto ambiental en China también es significativo. La experta Carla Freeman, del Instituto de la Paz de EE. UU., advierte sobre la alteración de ecosistemas y el riesgo de enfermedades hídricas. Por su parte, Stephan Pfister, investigador de ETH Zúrich, critica que el trasvase de agua favorece prácticas agrícolas insostenibles. Ambos sugieren alternativas como la desalinización, la mejora en la gestión del agua y reformas en el modelo de consumo agrícola para garantizar la sostenibilidad hídrica a largo plazo.
















