Este país de América Latina sufrió el terremoto más grande de la historia: erupciones, maremotos y estragos hasta en Japón
La historia de los terremotos ha sido testigo de eventos catastróficos, pero ninguno como el que ocurrió en 1960. Con una magnitud nunca antes registrada, este sismo dejó una huella imborrable en la región y en el mundo entero.
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El mundo ha experimentado terremotos devastadores a lo largo de su historia, pero pocos han alcanzado la magnitud del ocurrido en 1960. En cuestión de minutos, el suelo tembló con una fuerza descomunal, alterando paisajes, destruyendo ciudades y dejando un impacto que se sintió a miles de kilómetros de distancia.
El desastre natural no solo se tradujo en destrucción inmediata, sino que desencadenó una serie de fenómenos secundarios que agravaron la crisis. Maremotos, erupciones volcánicas y cambios geológicos fueron algunas de las consecuencias que marcaron este evento como el más poderoso jamás registrado en la historia de la sismología.
¿Cuál es el país de América Latina que sufrió el terremoto más grande de la historia?
Chile, un país acostumbrado a los sismos debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, vivió el 22 de mayo de 1960 la tragedia más devastadora de su historia. Un megaterremoto de magnitud 9.5 sacudió el sur del país, con epicentro en Valdivia, y causó una destrucción sin precedentes. Se estima que más de 2.000 personas murieron, mientras que los damnificados superaron los dos millones.
La violencia del movimiento telúrico fue tal que alteró la geografía del sur chileno, hundiendo zonas enteras hasta 4 metros bajo el nivel del mar, provocando deslizamientos de tierra y modificando el cauce de varios ríos. En Valdivia, el suelo se hundió casi 3 metros, y en las horas posteriores, el volcán Puyehue entró en erupción, liberando toneladas de ceniza sobre la región.
Un terremoto que sacudió al mundo: maremotos desde Hawái hasta Japón
El impacto del terremoto más grande de la historia no se limitó a Chile. La violenta liberación de energía generó un maremoto que recorrió el océano Pacífico, golpeando costas a miles de kilómetros de distancia.
- Hawái: Quince horas después del sismo, olas de hasta 10 metros de altura azotaron Hilo, dejando 61 fallecidos y daños considerables en la ciudad.
- Filipinas: Las costas del archipiélago registraron olas destructivas que cobraron la vida de 32 personas.
- Japón: A 17.000 kilómetros del epicentro, el tsunami llegó con olas de 5.5 metros, destruyendo 1.600 hogares y matando a 138 personas en Honshu.
- California y Alaska: También sufrieron inundaciones y daños materiales significativos.
- Samoa, Tahití y Nueva Zelanda: El fenómeno alcanzó diversas islas del Pacífico, alterando su geografía costera.
El maremoto fue tan poderoso que incluso llegó a Rusia, en la península de Kamchatka, afectando zonas costeras del extremo oriente del país.
Un evento sísmico de magnitud histórica
Este terremoto no fue un evento aislado. Durante más de dos semanas, la región experimentó una serie de sismos que afectaron diferentes zonas del sur de Chile, incluyendo Curanilahue, Cañete, Chiloé, Península de Taitao y Puerto Edén. La energía liberada se comparó con la explosión de 23.200 bombas atómicas similares a la lanzada en Hiroshima en 1945.
A nivel global, los efectos de este megasismo fueron evidentes. El planeta entero vibró durante varios días y se registraron alteraciones en la rotación terrestre, acortando la duración de los días en milisegundos.
Chile: uno de los países más sísmico del mundo
Chile es uno de los países más propensos a terremotos debido a la convergencia de la placa de Nazca y la placa Sudamericana. Desde la instalación de los primeros sismógrafos, se han registrado en su territorio más de un centenar de sismos con magnitudes superiores a 7 y una decena de megaterremotos con maremotos destructivos.
El primer gran terremoto documentado en Chile ocurrió en 1575, cuando un sismo devastó Valdivia y provocó una avalancha que represó el lago Riñihue, causando una posterior inundación de la ciudad. No obstante, el terremoto de 1960 sigue siendo el más grande jamás registrado, un evento que marcó la historia de la sismología mundial y dejó un legado de resiliencia en el país.