La historia del hombre que vivió 18 años en un aeropuerto y nunca quiso irse: dormía en bancos y almorzaba en los restaurantes del terminal
Mehran Karimi Nasseri es el hombre iraní que pasó 18 años viviendo solo en el aeropuerto París-Charles de Gaulle, en Francia, tras quedarse atrapado en este país. Su peculiar historia llegó a Hollywood con la película 'La Terminal'.
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Mehran Karimi Nasseri convirtió el aeropuerto París-Charles de Gaulle, Francia, en su hogar durante 18 años. En ese tiempo, el iraní sobrevivió gracias a la solidaridad de los transeúntes, quienes, asombrados por su historia, le ofrecían comida y apoyo. Forjó amistades con los trabajadores del lugar y fue testigo del constante ir y venir de turistas de todas partes del mundo. Su caso no tardó en captar la atención de la prensa, tanto local como internacional. Incluso inspiró al reconocido director Steven Spielberg, quien llevó su increíble historia a Hollywood con 'La Terminal'.
Aunque en 2006 dejó la terminal, decidió regresar, acomodándose nuevamente entre los bancos de plástico y los viajeros en tránsito. Mehran Karimi Nasseri pasó sus últimos meses en el aeropuerto París-Charles de Gaulle, el mismo lugar donde vivió durante 18 años. Pero, ¿qué llevó al hombre iraní a vivir más de dos décadas en esta terminal aérea de Francia?
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La conmovedora historia de Mehran Karimi Nasseri el hombre que vivió 18 en un aeropuerto
En busca de su verdadera identidad, Mehran Karimi Nasseri dejó Irán y emprendió un viaje a Europa con la esperanza de encontrar a su madre. Según relató en diversas entrevistas, en 1972 descubrió que su progenitora era escocesa, un hallazgo que marcó un antes y un después en su vida. Nacido en la provincia iraní de Juzestán, esta revelación lo impulsó a abandonar su país natal y aventurarse en un destino incierto.
Su travesía por Europa estuvo marcada por constantes expulsiones. Pasó por Reino Unido, Alemania y Países Bajos, pero en cada uno de estos países fue rechazado por no contar documentos con de inmigración válidos. Finalmente, se desarrolló en Bélgica, donde logró permanecer por algunos años.
Más tarde, su camino lo llevó a Francia, donde se enfrentó a varios problemas legales relacionados con su estatus migratorio, lo que incluso le costó algunos ingresos a prisión. En un intento por regresar al Reino Unido, llegó al aeropuerto París-Charles de Gaulle con la intención de abordar un vuelo, pero las autoridades le impidieron viajar al no contar con la documentación requerida.
Su vida en el aeropuerto de Francia
La rutina de Nasseri en el aeropuerto seguía un patrón repetitivo pero organizado. Cada mañana, se aseaba en los baños, lavaba su ropa y la dejaba secar sobre su maleta. Para alimentarse, solía acudir a McDonald’s, donde su pedido habitual consistía en un sándwich de desayuno y un filete de pescado. Gran parte de su tiempo lo dedicaba a leer periódicos y plasmar sus vivencias en un diario que, con los años, llegó a sumar unas 1.000 páginas.
