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China busca desafiar los nuevos aranceles de Trump: el plan B para la guerra comercial con Estados Unidos

La guerra comercial entre China y Estados Unidos toma un nuevo giro con los recientes aranceles de Trump. Sin embargo, el gigante asiático ya su respuesta, enfocándose en la cadena de suministro y sanciones a empresas claves.


La guerra comercial entre China y Estados Unidos se intensifica, con Donald Trump anunciando un aumento del 10 % en aranceles a productos chinos que agudizan las tensiones económicas.Foto: composición LR/AFP
La guerra comercial entre China y Estados Unidos se intensifica, con Donald Trump anunciando un aumento del 10 % en aranceles a productos chinos que agudizan las tensiones económicas.Foto: composición LR/AFP

La guerra comercial entre China y Estados Unidos sigue siendo una de las principales fuentes de tensión económica global. Desde que Donald Trump informó sobre un aumento adicional del 10% en los aranceles a los productos chinos, las relaciones comerciales entre ambas naciones se han deteriorado considerablemente. En respuesta, Pekín ha implementado una serie de medidas estratégicas para mitigar los efectos de los aranceles, enfocándose en el control de su cadena de suministro, la imposición de sanciones a empresas estadounidenses y ejerciendo presión sobre actores clave de la economía mundial.

Según especialistas, el impacto de las políticas comerciales de Trump repercutirá tanto en las grandes corporaciones como en el ecosistema tecnológico y de producción global.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos se intensifica tras el anuncio de Donald Trump de aumentar un 10% los aranceles a productos chinos. Foto: Casa Blanca

La guerra comercial entre China y Estados Unidos se intensifica tras el anuncio de Donald Trump de aumentar un 10% los aranceles a productos chinos. Foto: Casa Blanca

La cadena de suministros, la respuesta de China a los aranceles de Trump

La cadena de suministros juega un papel crucial en la relación comercial entre China y Estados Unidos, especialmente en el contexto de la guerra comercial entre ambos países. China es uno de los principales proveedores de componentes, manufacturas y materias primas para muchas empresas estadounidenses, sobre todo en sectores como tecnología, productos electrónicos y textiles. Esto ha creado una interdependencia económica entre las dos naciones, donde las decisiones comerciales, como los aranceles de Trump o las sanciones chinas, pueden interrumpir o modificar el flujo de productos.

La guerra de aranceles y las restricciones comerciales han alterado la cadena de suministros global, ya que muchas empresas estadounidenses han tenido que reorientar sus compras hacia otros países fuera de China, y viceversa. Esta situación también ha acelerado el proceso de desglobalización, donde ambos países buscan reducir su dependencia mutua.

China busca diversificar sus mercados internacionales y reducir su dependencia del mercado estadounidense, fortaleciendo su cadena de suministro Foto: France 24

China busca diversificar sus mercados internacionales y reducir su dependencia del mercado estadounidense, fortaleciendo su cadena de suministro Foto: France 24

¿Cómo podría impactar los aranceles de Trump a China?

China ha respondido a los aranceles impuestos por Estados Unidos durante la guerra comercial mediante diversas estrategias económicas, diplomáticas y tecnológicas. Una de las principales ha sido la diversificación de mercados internacionales, con la cual buscan nuevos socios comerciales fuera de Estados Unidos, como los países de la Unión Europea, ASEAN y África. Esto ha permitido a China reducir su dependencia del mercado estadounidense. Además, el país ha trabajado en fortalecer su cadena de suministro interna, lo que mejora su infraestructura y reduce su dependencia de componentes tecnológicos provenientes de EE. UU.

Adicionalmente, China ha recurrido a sanciones contra empresas estadounidenses que operan dentro de su territorio, a las cuales ha aplicado aranceles adicionales a productos estadounidenses y bloqueado suministros a compañías clave como Skydio y Apple. También ha manipulado su moneda, el yuan, permitiendo que se deprecie frente al dólar para que sus exportaciones sean más competitivas. En el ámbito tecnológico, ha incrementado su inversión en innovación, centrando esfuerzos en áreas como la inteligencia artificial y la robótica avanzada, con el objetivo de reducir la dependencia de las tecnologías de EE. UU. y posicionarse como líder en el mercado global.