Harris cuestiona salud mental de Trump tras recital de canciones en acto electoral
Trump, de 78 años, respondió con un mensaje nocturno en su red social, en el que asegura haber obtenido resultados "excepcionales" en dos pruebas cognitivas distintas.
"Espero que esté bien", repitió este martes Kamala Harris poniendo en entredicho la salud mental de Donald Trump después de que su rival acortara la víspera un acto electoral para escuchar sus canciones favoritas en el escenario.
Parecía "perdido, confundido", comentó el portavoz del equipo de campaña de la demócrata, que difundió un vídeo sobre lo ocurrido.
Trump, de 78 años, respondió con un mensaje nocturno en su red social, en el que asegura haber obtenido resultados "excepcionales" en dos pruebas cognitivas distintas.
"Tengo bastante mejor salud que Clinton, Bush, Obama, Biden y, sobre todo, Kamala", afirmó el magnate, quien se convertiría en el presidente de más edad en jurar el cargo si ganara las elecciones del 5 de noviembre.
La extraña escena tuvo lugar durante una sesión pública de preguntas y respuestas con simpatizantes organizada por el candidato en la localidad de Oaks, en Pensilvania, un estado del nordeste clave para los comicios.
El acto transcurrió en una sala aparentemente mal climatizada. Lo tuvo que interrumpir dos veces cuando unos espectadores sufrieron malestares que requirieron asistencia médica.
Trump se preocupó por ellos y pidió que el personal médico se tomara el tiempo necesario para atenderlos.
A continuación, a pesar de que el mitin de campaña había comenzado apenas media hora antes, el septuagenario bromeó: "¿Alguien más se va a desmayar?".
Una canción tras otra
Y sugirió: "No hagamos más preguntas, escuchemos música, convirtámoslo en música ¿A quién demonios le importa escuchar preguntas, verdad?".
El republicano pidió que se emitiera su lista musical favorita, empezando por el "Ave María" cantado por Luciano Pavarotti.
A Trump le gusta escuchar sus listas de canciones favoritas cuando viaja en su avión privado o se encuentra en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.
Pero lo sorprendente el lunes fue que dio por terminada la sesión de preguntas y respuestas.
La velada electoral dio así un giro inusual durante más de treinta minutos, con el expresidente balanceándose de pie, micrófono en mano.
El público pudo escuchar "Con te partirò", de Andrea Bocelli; "Hallelujah", de Rufus Wainwright; "Nothing Compares 2 U", de Sinéad O'Connor; "An American Trilogy", de Elvis Presley; "Rich men north of Richmond", de Oliver Anthony; "November Rain", de Guns N' Roses; y, por supuesto, el éxito de los mitines de Trump, "YMCA", de Village People.
El magnate, que descarta presentarse de nuevo a las elecciones en 2028 si pierde, estimó en las redes sociales que la velada fue "increíble".
"La sesión de preguntas y respuestas estaba a punto de terminar cuando la gente empezó a desmayarse por la emoción y el calor. Empezamos a poner música mientras esperábamos y no paramos. Fue muy diferente, pero acabó siendo una ¡GRAN NOCHE!", describió.
En los últimos días, Harris, de 59 años, ha acusado repetidamente a su oponente en la carrera por la Casa Blanca de ser mentalmente "inestable".
Aranceles "terribles"
El lunes por la noche en un mitin en la localidad de Erie, también en Pensilvania, afirmó que el magnate es "cada vez más inestable y desquiciado" y busca "un poder sin control".
Este martes el republicano, que encadena los actos electorales sin pausa, asistió al Club económico de Chicago para una entrevista en la que mantuvo el hilo aunque se fue por la tangente varias veces para llevar la conversación a su discurso electoral, algo que acostumbra a hacer.
En ella volvió a pintar un panorama económico sombrío si ganan los demócratas y aseguró que México "no va a vender ni un solo coche en Estados Unidos" si él gana las elecciones, porque prevé imponer aranceles "terribles" para "traer de vuelta" a las empresas al país.
Trump, muy igualado en las encuestas con Harris, amenaza con imponer aranceles de 100%, 200% e incluso más, convencido de que esto se traducirá en la construcción de "miles" de compañías en Estados Unidos.
Numerosos economistas opinan por el contrario que sus planes económicos harán aumentar la deuda y la inflación.