Ecuador es catalogado como el "mayor productor de drogas ilícitas", según informe de Estados Unidos
La investigación revela que Ecuador, vecino de Colombia, presenta una producción potencial de hasta 61,5 toneladas de cocaína anuales, a pesar de tener un bajo control en incautaciones.
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Un informe realizado por la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, del Departamento de Estado de los Estados Unidos, cataloga a Ecuador como el "mayor productor de drogas ilícitas". Este calificativo se basa en el hallazgo de aproximadamente 2,000 hectáreas de cultivos ilícitos en territorio ecuatoriano.
Estos mismos datos han sido citados por el propio presidente de Ecuador, Daniel Novoa, durante una entrevista en cadena nacional en la cual indicó que se buscará erradicar dichos cultivos. "En Ecuador existen 2,000 hectáreas de plantaciones de coca", anunció el mandatario.

Es importante señalar que el informe se enfoca en la cantidad de hectáreas de plantación. Foto: Informe Geoespacial.
Es relevante señalar que el informe, el cual fue difundido por Infobae, se enfoca en la cantidad de hectáreas de plantación y no la cantidad de droga producida. El estudio indica que entre enero y marzo de 2024, "se evidenció la presencia de entre dos y 17 hectáreas de hoja de coca en las provincias de Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos", territorios ubicados en la frontera norte compartida con Colombia.
¿Qué plantea el estudio realizado por Estados Unidos?
El estudio sobre los cultivos ilícitos de coca en la frontera norte de Ecuador plantea que, durante el primer semestre de 2024, se detectaron aproximadamente 2,000 hectáreas de hoja de coca en las provincias de Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos. Estas áreas están asociadas a la producción de clorhidrato de cocaína, con una capacidad estimada de producir hasta 61,5 toneladas métricas anuales.

El estudio presenta varias recomendaciones clave para abordar el problema. Foto: Informe Geoespacial.
La investigación resalta el uso de imágenes satelitales y análisis geoespaciales para identificar estas plantaciones, además de sugerir la necesidad de realizar estudios de campo adicionales para corroborar los hallazgos.
El informe también indica que la ubicación estratégica de Ecuador, colindante con las zonas de mayor producción de coca en Colombia, lo convierte en un punto clave para el narcotráfico regional. A pesar de la capacidad productiva observada, las incautaciones de cocaína en la frontera norte en 2023 representaron solo el 9.3% del total nacional, lo que indica una baja eficacia en el control del tráfico de drogas en esta zona. Esto sugiere que gran parte de la cocaína producida en Colombia pasa por Ecuador antes de ser exportada hacia mercados internacionales.

Se detectaron aproximadamente 2,000 hectáreas de hoja de coca en las provincias de Carchi, Esmeraldas y Sucumbíos. Foto: Informe Geoespacial.
Las recomendaciones clave del estudio
El estudio presenta varias recomendaciones clave para abordar el problema. La primera es la creación de un Informe de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Hoja de Coca, liderado por el Comité Técnico Interinstitucional de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (COTIMON). Este informe es fundamental para recopilar datos precisos y científicos sobre la extensión y ubicación de los cultivos ilícitos, lo que permitiría una mejor toma de decisiones.

El estudio resalta la necesidad de incrementar el patrullaje y las operaciones de control en la línea de frontera. Foto: Andina.
Otra recomendación importante es aumentar las incautaciones de cocaína en las áreas cercanas a la frontera. Se sugiere realizar operativos concentrados en las arterias viales de ingreso y salida de los centros poblados fronterizos, ya que estas rutas son clave en el tráfico de drogas. Para mejorar la eficacia de estos operativos, se aconseja el uso de un Sistema de Información Georreferenciada (SIG) que permita un seguimiento detallado de las operaciones y de los puntos críticos donde se han detectado cultivos ilícitos y laboratorios de procesamiento de cocaína.
Además, el estudio resalta la necesidad de incrementar el patrullaje y las operaciones de control en la línea de frontera, especialmente en áreas donde se ha detectado una mayor concentración de actividades ilegales. Esto incluye un enfoque en las rutas irregulares utilizadas para el transporte de drogas.