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El papa lamenta la muerte de ambientalista asesinado en Honduras

El papa Francisco expresó su pesar por el asesinato del líder ambientalista Juan López en Honduras, condenando "toda forma de violencia" tras el rezo del Ángelus.

López, de 46 años, fue ultimado por sicarios al salir de un templo en Tocoa, donde luchaba por cerrar una mina a cielo abierto, generando conmoción en el país. Foto: La República
López, de 46 años, fue ultimado por sicarios al salir de un templo en Tocoa, donde luchaba por cerrar una mina a cielo abierto, generando conmoción en el país. Foto: La República

El papa Francisco lamentó este domingo la muerte del líder ambientalista hondureño Juan López, asesinado la semana pasada en el noreste de Honduras, y condenó "toda forma de violencia".

"Me enteré con dolor de que asesinaron a Juan Antonio López en Honduras", declaró el pontífice argentino tras el rezo dominical del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano.

"Me uno al luto de [su] iglesia y a la condena de toda forma de violencia", agregó el papa, que identificó a López como "delegado de la Palabra de Dios, coordinador de la pastoral social de la Diócesis de Trujillo y miembro fundador de la pastoral de ecología integral en Honduras".

El líder ambientalista Juan López, de 46 años, que estaba en la recta final en su lucha para cerrar una mina a cielo abierto en Honduras, fue asesinado el pasado sábado por sicarios que le dispararon al salir de un templo católico, en Tocoa, a 220 km al noreste de Tegucigalpa.

El crimen provocó una fuerte conmoción en el país centroamericano y reclamos de organismos de derechos humanos del exterior.

"Estoy cerca de quienes ven pisoteados sus derechos elementales y de quienes trabajan por el bien común en respuesta al clamor de los pobres y de la tierra", afirmó el papa.

López era un férreo opositor a la explotación minera a cielo abierto en su país y denunció daños en la reserva forestal Botaderos, cerca de Tocoa.

El crimen evocó el caso de la reconocida ambientalista Berta Cáceres, asesinada en 2016 también en Honduras, uno de los países más letales para los activistas por el medioambiente en el mundo, según la ONG Global Witness.

bur-bc/hgs