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Hallan piezas de "juego de mesa” en antigua civilización de América Latina: apostaban hasta su propia libertad

Arqueólogos hallaron los restos de un juego mesoamericano de más de 1.000 años de antigüedad. Su práctica incluía apuestas como bienes y hasta la libertad, vinculando la diversión con rituales religiosos importantes.

Arqueólogos del INAH descubrieron nueve tableros de patolli, un juego mesoamericano de más de mil años de antigüedad, en Xpujil. Foto: INAH/Etsy
Arqueólogos del INAH descubrieron nueve tableros de patolli, un juego mesoamericano de más de mil años de antigüedad, en Xpujil. Foto: INAH/Etsy

Durante las excavaciones del Tren Maya, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México descubrieron nueve tableros de patolli, un antiguo juego mesoamericano. Estos tableros, que datan de hace más de mil años, fueron hallados cerca de Xpujil, en el tramo 7 del proyecto. Los tableros estaban grabados en una superficie de estuco de 11.3 metros de largo y 2.8 metros de ancho, proporcionando valiosa información sobre la vida recreativa de las culturas mesoamericanas.

Este hallazgo es significativo no solo por su antigüedad, sino también por lo que revela sobre las dinámicas sociales y religiosas de las civilizaciones que habitaron la región.

El hallazgo se registró sobre la carretera libre a Chetumal, en la estructura denominada T7-44279, en las cercanías del poblado de Xpujil, en Campeche. Foto: INAH

El hallazgo se registró sobre la carretera libre a Chetumal, en la estructura denominada T7-44279, en las cercanías del poblado de Xpujil, en Campeche. Foto: INAH

Descubren antiguo juego de mesa en excavaciones del Tren Maya

El hallazgo de estos nueve tableros esgrafiados de patolli, un juego de mesa prehispánico, se produjo durante las labores de rescate arqueológico en el tramo 7 del Tren Maya, que abarca 287 kilómetros entre Quintana Roo y Campeche. Los arqueólogos responsables de la excavación, encabezados por Félix Camacho Zamora, del Proyecto de Salvamento Arqueológico del INAH, encontraron las piezas en un estado de deterioro considerable, lo que exigió la aplicación de medidas de conservación de emergencia.

Las técnicas de preservación empleadas incluyeron la inyección de agua de cal para estabilizar la frágil superficie de estuco y la aplicación de ribetes perimetrales para proteger los bordes del hallazgo. Posteriormente, los tableros fueron trasladados al laboratorio de restauración en Chetumal para continuar con su estabilización. Según los expertos, estos juegos de patolli datan del periodo Clásico Tardío (600-900 d.C.), aunque futuros análisis cerámicos confirmarán su antigüedad exacta.

Los grafitis mostraban daños considerables, como grietas, fracturas, desprendimiento de capas, disgregación y abrasión, lo que hacía necesaria una intervención de conservación urgente. Foto: INAH

Los grafitis mostraban daños considerables, como grietas, fracturas, desprendimiento de capas, disgregación y abrasión, lo que hacía necesaria una intervención de conservación urgente. Foto: INAH

El patolli: un juego mesoamericano donde se apostaba hasta la libertad

El patolli era un juego de azar y estrategia muy popular entre los mexicas, mayas y otras culturas prehispánicas. Aunque su origen exacto se pierde en el tiempo, se sabe que su nombre proviene del náhuatl y hace referencia a los frijoles (colorines) que se utilizaban como fichas y dados. Esta competencia, cuyo tablero estaba dividido en 52 casillas, representaba el ciclo del calendario mesoamericano, lo que le confería un simbolismo religioso y astrológico.

Más allá de su componente lúdico, el patolli tenía un profundo significado ritual. Los jugadores no solo apostaban bienes como mantas, joyas o alimentos, sino que, en algunos casos, llegaban a arriesgar su propia libertad. Los cronistas de la época documentaron que antes de iniciar una partida, los participantes invocaban al dios Macuilxochitl, deidad asociada con la música, la danza y los juegos de azar.

El tablero del patolli tenía una forma de cruz con casillas dispuestas en cada brazo y en el centro. Foto: Radzi

El tablero del patolli tenía una forma de cruz con casillas dispuestas en cada brazo y en el centro. Foto: Radzi

¿Cuáles son las reglas del patolli?

El patolli se jugaba en un tablero en forma de cruz dividido en cuatro brazos, con una casilla central que tenía un papel especial en el desarrollo del juego. Cada jugador, usualmente dos, disponía de seis frijoles marcados que utilizaban como fichas. Estos frijoles, al ser lanzados, indicaban cuántas casillas avanzar en cada turno, similar al uso de dados en la actualidad.

El objetivo principal era mover todas las fichas a lo largo del tablero y completar una vuelta antes que el oponente. Sin embargo, el componente estratégico del juego permitía que los jugadores bloquearan o capturaran las fichas del adversario. De acuerdo con los registros históricos, la importancia del patolli trascendía el entretenimiento, pues estaba vinculado con ceremonias religiosas y la predicción del destino.