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Joven sufre colapso pulmonar por uso excesivo de cigarros electrónicos: desarrolló una ampolla en el pulmón

Kyla Blight, adolescente británica, enfrenta graves consecuencias de salud tras consumir el equivalente a 400 cigarrillos en una semana mediante un vapeador.

De acuerdo a Kyla, los especialistas le indicaron que los vapeadores desechables podrían estar detrás de la formación de estas peligrosas ampollas pulmonares. Foto: Composición LR/Semana/Mayoclinic.
De acuerdo a Kyla, los especialistas le indicaron que los vapeadores desechables podrían estar detrás de la formación de estas peligrosas ampollas pulmonares. Foto: Composición LR/Semana/Mayoclinic.

El impacto del vapeo —inhalar vapor mediante cigarros electrónicos— entre los adolescentes cobra un nuevo protagonista con el caso de Kyla Blight, una joven de 17 años del Reino Unido que sufrió un severo colapso pulmonar. Atraída por la cultura del vapeo a los 15 años, Blight llegó a consumir cantidades de vapor equivalentes a 400 cigarrillos convencionales semanalmente, una práctica que le costó una parte significativa de su salud pulmonar.

La crisis de salud de Blight culminó cuando, tras dos años de uso intensivo de cigarrillos electrónicos, fue hospitalizada de urgencia, pues el consumo excesivo de vapor generó una lesión en su pulmón que posteriormente terminó por crear un agujero en el principal órgano respiratorio. Según el Daily Mail, el estado de salud de Kyla se agravó al punto de ser necesaria una cirugía para extirparle parte de su pulmón.

La crisis de salud de Blight culminó cuando, tras dos años de uso intensivo de cigarros electrónicos, fue hospitalizada de urgencia, pues el consumo excesivo de vapor. Foto: RT.

La crisis de salud de Blight culminó cuando, tras dos años de uso intensivo de cigarros electrónicos, fue hospitalizada de urgencia, pues el consumo excesivo de vapor. Foto: RT.

Cabe indicar que la historia de Kyla con los vapeadores ya había mostrado señales de alarma cuando, en noviembre, sufrió lo que parecía ser un ataque cardíaco, pero una radiografía reveló que en realidad era una ampolla pulmonar. Aunque en febrero los médicos la consideraron recuperada, la ampolla terminó por estallar unos meses después, causando un colapso pulmonar que requirió atención médica urgente nuevamente.

El caso Kyla Blight

En la madrugada del 11 de mayo, Kyla sufrió un desmayo en la casa de una amiga, quien, al ver que su piel se tornaba azul, alertó rápidamente a su familia. Su padre, Mark Blight, acudió a recogerla inmediatamente y la trasladó al hospital más cercano. Una vez en el hospital, los médicos concluyeron que el colapso pulmonar de Kyla fue resultado de una ampolla de aire en su pulmón que había estallado debido al vapeo excesivo.

Luego de diagnosticarse el incidente, este obligó a la realización de una intervención quirúrgica de emergencia que duró más de cinco horas, durante la cual Kyla estuvo cerca de sufrir un paro cardíaco, un momento angustiante que su padre relató al periódico británico Metro. No obstante, los doctores tuvieron que extirparle parte del pulmón para poder salvar la vida de la menor que, según contó su padre, comenzó a vapear a los 15 años.

Kyla Blight reveló que su consumo se daba porque pensó que los cigarros electrónicos eran menos dañinos que los cigarros normales. Foto: Luis Barron/Eyepix Group.

Kyla Blight reveló que su consumo se daba porque pensó que los cigarros electrónicos eran menos dañinos que los cigarros normales. Foto: Luis Barron/Eyepix Group.

Según reveló Blight, los especialistas sugieren que los vapeadores desechables podrían estar detrás de la formación de estas peligrosas ampollas pulmonares. Estas, al romperse, pueden provocar perforaciones en el tejido pulmonar, lo que conlleva consecuencias potencialmente devastadoras para la salud. Estas afirmaciones fueron confirmadas por el médico que atendió a la joven, quien, según Daily Mail, mencionó haber visto muchos casos similares.

La situación de Kyla Blight es un caso particular que generó atención internacional, pues, con solo 15 años, comenzó a usar cigarrillos electrónicos siguiendo el ejemplo de sus compañeros de escuela. "Simplemente pensé que sería inofensivo y que estaría bien. Todos los días usaba los de 400 inhalaciones y los terminaba en aproximadamente una semana", indicó Kyla para el medio Metro.