Las maniobras de Nicolás Maduro para impedir elecciones libres en Venezuela

Hasta el viernes 22 de marzo, a Corina Yoris Villasana –una octogenaria profesora universitaria y filósofa– no la conocía casi nadie en Venezuela.

Ese día, sin embargo, su nombre se volvió tendencia en las redes sociales, luego de que la dirigente política María Corina Machado la presentó como la nueva candidata presidencial de la oposición. En la red social X, los internautas descubrieron la cándida postal con la que Yoris saludó la llegada del año 2024 y la replicaron con humor usando el hashtag #Corinachallenge. Para sorpresa de muchos, la figura de la venerable profesora se volvió viral.

Cuatro días después, la oposición denunció que el Gobierno no les había dejado inscribir a la nueva candidata. Explicaron que les habían bloqueado el acceso al sistema virtual de postulaciones. Y que cuando quisieron tratar de inscribirla de manera presencial, en la sede del Consejo Nacional Electoral, los militares les impidieron el paso.

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Al parecer, la octogenaria profesora Yoris se había convertido en una amenaza para los planes del régimen de Nicolás Maduro de mantenerse en el poder, y había decidido vetarla.

“Allí pasó un fenómeno que nadie se esperaba”, dice el periodista venezolano Luis Carlos Díaz desde Caracas. “La profesora Yoris terminó siendo más popular de lo que era María Corina Machado; fue como que tenía todo el apoyo de la gente de María Corina, pero también el de los opositores que rechazan a María Corina y que dijeron, bueno, puedo votar por esta señora. En un día y medio, el escenario se le hizo peor al Gobierno, porque tenían una candidatura aun más amenazante”.

Corina Yoris todavía no puede postular. En su reemplazo, la oposición inscribió al diplomático Edmundo Gonzales, lo que les permite reservar el espacio de la tarjeta de la Mesa de la Unidad Democrática hasta que puedan reemplazarlo con un candidato de consenso. María Corina Machado insiste en que ese candidato todavía puede serlo su elegida, Corina Yoris, o incluso ella misma, si por alguna razón se le levanta la inhabilitación que le impide ejercer cargos públicos por 15 años.

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Pero esto último, dicen los observadores, es muy difícil.

Maniobras del chavismo

El bloqueo a Corina Yoris es la última –o penúltima– maniobra con la que el chavismo está tratando de sabotear una candidatura unitaria de la oposición.

El sabotaje comenzó en junio del año pasado, cuando se supo que la Contraloría había inhabilitado a Machado –hoy por hoy, la política más popular de Venezuela– para ejercer cargos públicos por 15 años, vinculándola con supuestos delitos del líder opositor Juan Guaidó. De esta manera, buscó bloquear su camino a la presidencia, comenzando por su participación en las elecciones primarias de octubre, que escogerían al candidato de la coalición opositora.

Machado no solo participó, sino que ganó las primarias con el 91 % de los votos, convirtiéndose automáticamente en la lideresa de la oposición.

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El Gobierno trató de minimizar la participación de los ciudadanos en estos comicios, haciendo que los medios no les den cobertura. Según un informe de la consultora Sala 58, “no hubo entrevistas a los candidatos ni análisis del debate” en ninguna de las tres más importantes televisoras nacionales, y en el caso de María Corina Machado, el veto fue total.

Como último recurso, a finales de octubre, el Tribunal Supremo de Justicia anunció que suspendía los efectos de las primarias opositoras, alegando supuestas irregularidades denunciadas sin pruebas por un diputado oficialista.

Pese a sus intentos por lograr su habilitación, Machado quedó fuera de la carrera electoral. Por eso, el 22 de marzo, luego de llegar a un acuerdo con los otros partidos de la coalición, presentó a Corina Yoris como su reemplazante. Sin embargo, esta movida también fue bloqueada.

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Oposición fracturada

Según el periodista Luis Carlos Díaz, la última maniobra del Gobierno de Maduro ha sido que mientras impedía la inscripción de la profesora universitaria permitió, sorpresivamente, la del gobernador del Zulia, Manuel Rosales, líder del partido Un Nuevo Tiempo e integrante de la coalición opositora.

Díaz dice que el movimiento de Rosales no ha caído nada bien en buena parte de la oposición. “Para un sector es visto como un traidor, como alguien que negoció a espaldas de los demás”, dice. Si bien es un declarado antichavista, anteriormente perseguido por el régimen, en los últimos tiempos se ha acercado a Maduro y a su esposa, Celia Flores, aparentemente con el fin de conseguir más presupuesto para su estado y eso, según Luis Carlos Díaz, ha sido visto como “complicidad”.

Rosales, por su parte, ha dicho que se inscribió a última hora por la misma razón que la Mesa de Unidad Democrática inscribió a Edmundo González, para preservar el espacio de su partido, y que está dispuesto a cederlo al candidato que la coalición elija por consenso.

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“El Gobierno sabe que no ganaría una elección medianamente competitiva en Venezuela”, dice Luz Mely Reyes, periodista y directora del medio digital Efecto Cocuyo, desde Caracas. “Lo dicen las encuestas. Incluso, en los pocos días que estuvo como candidata oficial, el nombre de Corina Yoris empezó a posicionarse en el público. Lo real es que el candidato que tenga el apoyo de María Corina Machado tendría la primera opción para ganar en las elecciones”.

Tanto Luis Carlos Díaz como Luz Mely Reyes describen una situación que pareciera no tener salida: para que el candidato de la oposición asegure su victoria, es vital el apoyo de Machado. Pero el chavismo no permitirá que nadie apoyado por Machado postule y tratarán de sacarlo de carrera echando mano de todo tipo de artilugios legales. La oposición tiene que escoger a una figura lo más intachable posible, pero, visto lo que sucedió con Corina Yoris, ni siquiera eso puede asegurar que llegará hasta el día de la elección.

El otro camino, según los observadores, es conseguir mayor presión sobre el régimen de parte de la comunidad internacional, comenzando por los países que tomaron parte en los acuerdos de Barbados, por los que el gobierno se comprometió a otorgar garantías electorales a la oposición. Puede ser una salida, tomando en cuenta que en los últimos días se ha producido una situación inédita: los antiguos aliados del chavismo en la región han comenzado a criticarlo.

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Primero fue el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien consideró un “golpe antidemocrático” que se haya impedido a Machado participar en las elecciones. Después, fue el mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien dijo que la exclusión de Corina Yoris era “grave” y no tenía explicación “jurídica ni política”. Petro y Lula son las dos figuras más importantes de la izquierda latinoamericana, eran amigos de Hugo Chávez, y es la primera vez que se animan a criticar a su sucesor.

“Ojalá haya más presión”, dice Luis Carlos Díaz, “aunque quizás no sea suficiente para habilitar a María Corina Machado, porque ella representa todo lo que el chavismo detesta […] Lo importante es no comprar la narrativa de que las elecciones en Venezuela se están desarrollando de manera normal, como se desarrollan en otros países. Aquí hay malas condiciones electorales, hay censura, hay persecución y hay violaciones de los derechos humanos”.

Más datos

Las elecciones presidenciales en Venezuela para el período 2025-2031 se llevarán a cabo el 28 de julio de este año.

 13 partidos políticos han logrado su inscripción, entre ellos, los opositores MUD y UNT, el oficialista PSUV y otras 10 agrupaciones.

Reacciones

Lula da Silva, presidente de Brasil

“Es grave que la candidata no haya podido registrarse, ella no fue prohibida por la justicia”.

Gustavo Petro, presidente de Colombia

“A la señora María Corina Machado y a otros previamente se les inhabilitó para participar de campañas electorales (…) Indudablemente, es un golpe antidemocrático”.