Turistas huyen de Acapulco tras devastación del huracán Otis: “Fue como vivir un sismo de 2 horas”
Establecimientos en la ciudad mexicana ya no pueden garantizar seguridad, agua ni alimento para los turistas, que viven una tragedia desde el paso del huracán de categoría 5, por lo que caminan kilómetros para salir de la zona.
El huracán Otis arrasó con Acapulco, la ciudad que antes del desastre era una de las joyas turísticas más preciadas de México, ahora luce en escombros, inundada y sin muchas luces de reconstruirse por la falta de celeridad del Gobierno.
Debido a la crisis ocasionada por el paso del huracán de categoría 5, miles de turistas buscan llegar hasta Chilpancingo, ubicada a 130 kilómetros de la zona del desastre, donde pueden reencontrarse con los servicios básicos, como la electricidad, la conexión a internet, el agua potable y tiendas para comprar alimentos.
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Marisol Rodríguez y Maximiliano Cortés, una pareja de turistas que disfrutaba del balneario azteca, ha caminado alrededor de 7 kilómetros con su bebé en brazos, para llegar a una estación de autobús y conseguir salir de la ciudad. “No se puede comprar nada en Acapulco, ni aunque quieras”, afirma Cortéz, en diálogo con El País. Él y su familia tenían un par de días en Acapulco, cuando el hotel Emporio, en el que se hospedaban, empezó a balancearse.
Las lunas del hotel se rompieron ante los fuertes vientos, que superaron los 250 kilómetros por hora, por lo que la familia usó un colchón para protegerse de los vidrios y luego se refugiaron en el baño. Minutos después, salieron ante el llamado del personal de mantenimiento que reunía a los huéspedes en un salón del hotel.
Los ciudadanos Luis Hernández y Alejandro Márquez, quienes se encontraban en Acapulco para grabar un encuentro estatal, deportivo y cultural de Guerrero, captaron imágenes de dron de una ciudad afectada hasta en un 80%. . “Fue como vivir un sismo de dos horas”, afirman ambos jóvenes, quienes llegaron desde Ciudad de México, “ves cómo todo revienta a tu alrededor, las niñas gritaban, el aire busca salida y empuja todo por los pasillos, que sale volando”.