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Condenan a 22 años de cárcel a excabecilla cubano del grupo Proud Boys por asalto al Capitolio

Esta es la condena más larga, hasta el momento, por el caso del asalto al Capitolio. Inicialmente, la Fiscalía estadounidense pidió 33 años de cárcel para Enrique Tarrio.

Sentencian a 22 años a cabecilla de grupo ultraderechista por asalto al Capitolio de EE. UU. Foto: composición de Alvaro Lozano/LR
Sentencian a 22 años a cabecilla de grupo ultraderechista por asalto al Capitolio de EE. UU. Foto: composición de Alvaro Lozano/LR

En Washington D. C., Estados Unidos, Enrique Tarrio, cabecilla de la organización ultraderechista Proud Boys, fue condenado a 22 años de prisión por la corte federal tras ser el "líder último de la conspiración" que acabó con el asalto al Capitolio, el último 6 de enero de 2021.

La sentencia a la cabeza del grupo de fanáticos que apoyaban expresidente estadounidense Donald Trump, que sus abogados prevén apelar, es la más alta de todas las que se han pronunciado contra los cabecillas de la agrupación nacionalista, quienes han sido declarados culpables de sedición en mayo tras un juicio que duró cuatro meses.

Asimismo, es la condena más alta de todos los que han sido implicados en los hechos y llegó después de que otros cuatro jefes del grupo fueran sentenciados la semana pasada a entre 10 y 18 años de prisión efectiva.

La Fiscalía estadounidense pedía 33 años de cárcel para Tarrio, por considerar que fue la cabeza de un complot para romper el centro de la democracia estadounidense al estar al mando y dirigir las actividades violentas contra el Congreso el día en que se tuvo que ratificar la victoria de Joe Biden sobre Trump. "Si no tenemos una transición pacífica del poder, no tenemos nada", afirmó la Fiscalía en la audiencia en la que se leyó la sentencia de Tarrio.

Antes de escuchar su condena y después de que varios de sus familiares intervinieran pidiendo clemencia al juez, el cabecilla de Proud Boys habló para expresar su arrepentimiento. "Los eventos del 6 de enero son algo que nunca debería ser celebrado", ya que "fueron una vergüenza nacional", expresó el sentenciado con la voz entrecortada.

Tarrio no estaba en Washington cuando se produjo el asalto al Capitolio porque tenía una orden que le prohibía acercarse a la capital, puesto que días antes había sido arrestado por quemar una bandera en una histórica iglesia de la comunidad afroamericana.

En el momento del ataque estaba en un hotel, a unos 70 kilómetros del Capitolio, pero había pasado los días previos enviando las instrucciones correspondientes a otros miembros de los del grupo que dirigía, durante la marcha que Trump había convocado con el lema "Stop the Steal" ("Detengan el robo").

Por tal motivo, sus abogados basaron su defensa en su ausencia del lugar de los hechos. "El plan de mi cliente no era ni destruir la propiedad ni asaltar a las fuerzas de seguridad", afirmó uno de los letrados.

No obstante, el juez Timothy Kelly sí tuvo clara su participación directa como "líder último de la conspiración", unos hechos que supusieron daños a la propiedad, a personas y también a la esencia de Estados Unidos, a la "invaluable" tradición del traspaso de poderes, aseguró.

Otros condenados por ataque al Capitolio

El último viernes 1 de septiembre, el jefe de la organización en Seattle, Ethan Nordean, fue condenado a 18 años. A Nordean se le vio encabezando con un megáfono a un grupo de manifestantes poco antes de que empezaran los disturbios.

También este viernes se dictó una sentencia de 10 años contra Dominic Pezzola, quien fue el que rompió con un escudo policial robado la primera ventana por la que los manifestantes entraron al Capitolio.

Un día antes tuvieron su veredicto Joseph Biggs, lugarteniente de Tarrio, y Zachary Rehl, el excabeza en Filadelfia, contra quienes se dictaron 17 y 15 años de prisión, respectivamente. Rehl, Biggs, Nordean y Tarrio han sido hallados culpables en mayo de conspirar para cometer sedición. Pezzola se libró de ese cargo, pero se le consideró responsable del asalto, resistencia a un agente de la autoridad y robo de bienes gubernamentales.

Según el Departamento de Justicia, el ataque comenzó a las 10.00 de la mañana, cuando Biggs, Rehl y otros convencieron a unas 200 personas para acudir al parque situado al sur de la Casa Blanca, hacia el Capitolio, saltándose varias barreras de seguridad.

Ese 6 de enero de 2021, unas 10.000 personas —la mayoría simpatizantes de Trump— marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron en el edificio. Al terminar la jornada, hubo 5 muertos y cerca de 140 agentes heridos.

Desde entonces, más de 1.000 personas han sido arrestadas y 350 imputadas por asalto u obstaculización del cumplimiento de la ley, de acuerdo con datos del Departamento de Justicia. Sin embargo, muchos están prófugos de la justicia.

En otro proceso judicial, en mayo de 2022, el fundador del también grupo ultraderechista Oath Keepers, Stewart Rhodes, ha sido condenado a 18 años.

Aunque no directamente por el ataque, el propio Trump está imputado tanto en Washington como en el estado de Georgia por sus intentos para revertir los resultados de las presidenciales del año 2020.

Cabe precisar que Trump se ha declarado no culpable en esos dos casos y también en los otros dos procesos penales abiertos contra él en Nueva York y Miami.

Con información de EFE