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Lagomar, el siniestro edificio en una lujosa zona de Colombia que sirve de refugio de venezolanos

Tras un muro que busca separarlos de uno de los lugares más exclusivos del caribe colombiano, decenas de familias han encontrado en una construcción a medio terminar un hogar, donde, señalan, “pasan cosas muy raras”.

Cerca de adineradas familias y zonas turísticas, Lagomar refugia a varios ciudadanos venezolanos.  Foto: composición LR/ BBC/ Booking
Cerca de adineradas familias y zonas turísticas, Lagomar refugia a varios ciudadanos venezolanos. Foto: composición LR/ BBC/ Booking

Entre el lujo y la modernidad de la zona de los Pozos Colorados, en Santa Marta, Colombia, se encuentra un gran edificio blanco en el que el tiempo parece haberse detenido: Lagomar. Este inmueble, de 14 pisos de alto y sin ascensor, ha servido en los últimos años de refugio para decenas de ciudadanos venezolanos, pero también ha generado múltiples dichos por los siniestros hechos que se registraron en sus instalaciones.

Aunque su construcción inició en 1994, las obras en Lagomar quedaron inconclusas tras una serie de problemas judiciales, entre los que se sospechó la presencia de corrupción y crimen organizado. De esta manera, en la actualidad, 120 familias habitan como pueden sus departamentos y conviven con los problemas de acceso a luz y agua.

“Ahí pasan cosas muy raras”

Scarly Linares fue una de las habitantes de Lagomar en 2019, cuando llegó de su natal Venezuela a Colombia. A pesar de que ya no vive ahí, desde Perú recordó en una entrevista para la BBC cuál fue la razón que la llevó a dejar este edificio, por el cual pagaba entre US$50 y US$75.

"Yo no había tenido problemas ahí (en el Lagomar) hasta que mi niño, que ya tenía como un año y medio, me empezó a decir que todo le asustaba. Es un sitio que no debería ser habitado, porque ahí pasan cosas muy raras". señaló.

Al menos tres personas se han quitado la vida en Lagomar. Foto: El Informador

Al menos tres personas se han quitado la vida en Lagomar. Foto: El Informador

Así como Lineares, otras personas han insinuado que las tres muertes suscitadas en el recinto, las cuales las autoridades catalogaron como posibles suicidios, han sido producto de actos paranormales. Sin embargo, para Yaneth Parra Mourad, administradora de Lagomar, la respuesta es más realista y preocupante: la falta de apoyo a la salud mental para los ciudadanos extranjeros.

"Aquí nadie está tirando gente por las ventanas. Lo que pasa es que la gente está sufriendo depresión por la situación económica que está pasando", enfatizó para la BBC.

De acuerdo con lo que han contado sus residentes, la preocupación no solo se enfoca en tener que salir adelante fuera de su país, sino que también viven con la preocupación de que el edificio sea desalojado o que los deporten de Colombia.

Delante de Lagomar se logran ver las casas de acaudaladas familias de Santa Marta. Foto: BBC

Delante de Lagomar se logran ver las casas de acaudaladas familias de Santa Marta. Foto: BBC

La división entre pobres y ricos

A diferencia de sus vecinos, las personas que viven en Lagomar deben subir a pie cada piso: no hay un ascensor. Asimismo, la gran piscina está abandona y rellena de agua verde empozada, ya que su mantenimiento es sumamente costoso. Buscando cortar todo contacto con ellos, las familias adineradas que viven delante levantaron un muro y una cerca de alambre de púas como división.

Pero, para la administradora Parra, las desigualdades entre ellos son menos que las similitudes. "La única diferencia con esas cabañas que tú ves ahí es que la gente es rica. Pero si acá somos malandros, al frente son malandros de cuello blanco. Ellos también ponen su música a todo timbal. Ellos allá son ratas finas, nosotros acá somos ratas chirris (indigentes)", precisó.